¿Es inteligente expulsar a Rusia del sistema Swift?
Martín Piqueras, profesor de OBS BUSINESS School y experto en estrategia digital en Gartner, explica en La Brújula las implicaciones económicas de expulsar a Rusia del Swift.
Todo apunta que Putin no se detendrá en su avance militar por Ucrania, lo que ha llevado a la UE a tomar medidas para obligarle a hacerlo. Para analizar su efectividad, charlamos con Martín Piqueras, profesor de OBS BUSINESS School y experto en estrategia digital, que nos explica que "es difícil asfixiar económicamente a Rusia", ya que "es complicado ponerle una manta encima y evitar que fluya el aire".
Una de las sanciones propuestas es expulsarlo del sistema Swift, conocido es por ser un código internacional que presta a sus socios un servicio de mensajería cifrada que posibilita las transferencias internacionales de fondos. Swift determina los códigos bancarios, conocidos como BIC, que son necesarios para realizar o recibir una transferencia internacional, por lo que puede llegar a ser una herramienta muy útil para Europa si quiere aislar económicamente a Rusia.
"Interrumpir a los bancos rusos relaciones con los demás implica de facto que ningún otro banco podría operar con ellos"
Sin embargo, Piqueras recalca que "interrumpir a los bancos rusos relaciones con los demás implica de facto que ningún otro banco podría operar con ellos". Así, los comerciantes españoles, por ejemplo, no podrían cobrar lo que vendieran en este país de esta forma.
"Tendría unos impactos colaterales muy fuertes en el resto de empresas. Una alternativa que Rusia podría usar serían las criptomonedas o los propios teléfonos, pero a nadie le interesa dé potencia y valor a otros sistemas alternativos por la opacidad que puede haber", insiste.
¿Quién tomaría la decisión de echar a Rusia del Swift?
¿Se pueden implantar estas sanciones? Sí. Ya sucedió en su momento con Irán, pero tendría efectos colaterales: "Si se compara con tirar una bomba nuclear, es igual pero peor porque los efectos colaterales se darían en Occidente".
Aun así, la decisión no depende de la UE, sino del propio Swift. Se trata de un 'club' en el que los órganos decisorios pueden expulsar a socios en función de criterios, como que puedan suponer una amenaza para el resto. No obstante, se declaran neutrales y al no estar dirigidos por gobiernos, es su decisión echar a alguien.