El cuaderno de Chapu: "Todos los Pedro Sánchez"

Traigo las notas del 22 de marzo. Resiste Mariúpol, y el Consejo de Ministros ha aprobado el bono cultural del Gobierno. Los chavales de 18 podrán comprar videojuegos si es que consiguen gasolina para llegar a la tienda y pagar el recibo de la luz para conectar la consola. En el supermercado queda leche de avena, hamburguesas vegetales, tofu y cochinadas de ese calibre, aunque, si te digo la verdad, antes me muero de hambre.

Por otro lado, el presidente explicará en el Congreso el cambio de postura sobre el Sáhara, y lo hará sin las cámaras, sin Argelia y sin su propio gabinete, tal y como tomó la decisión: en soledad. Dentro de Sánchez hay tanta gente que sus decisiones son colegiadas. En su cabeza hay un gentío de tendencias que están en pugna unas con otras. Dentro de Pedro Sánchez, se vota a mano alzada, hay uno que no dormiría con Podemos y otro que sí. Hay uno que nunca pactará con Bildu y otro que acerca a cinco presos a la semana. Un Pedro Sánchez que traerá a Puigdemont de la mano y el otro, que indulta a Junqueras. Uno eliminaría el ministerio de Defensa y el otro visita a las tropas en Lituania.

Los Pedro Sánchez tienen un presidente de la Comunidad que se llama Pedro Sánchez, han organizado comisiones, una junta de portavoces, una peña taurina llamada 'Vicente Ruiz el Soro' y un equipo de balonmano que de vez en cuando discuten y otras se echan unas risas y van en autobús a Aranjuez.

El Sanchismo aspira a ser una voluntad popular unipersonal que representa a tantos Sánchez y con intereses tan contrapuestos que cuando manda Sánchez, en realidad está mandando el pueblo, claro que por la voz de su pedridad interpuesta.

Cuando habla Sánchez, habla España.