El cuaderno de Chapu: "Si Sánchez me dice Tierra firme ya estoy pensando en arenas movedizas"
El cuaderno de Chapu con las notas que ha apuntado del día.
Hoy traigo apuntado que la RAE ha aceptado las nuevas palabras de este año, perreo, que viene de perro, machirulo y chundachunda. Ojalá antes de aceptar nuevas palabras nos aprendiéramos las que ya existen. Escucho decir mamporrero como el que da mamporros, cuando en realidad sea la “Persona que dirige el miembro del caballo en el acto de la cópula con la yegua”, según la RAE. Luego están las palabras que según quién las diga significan algo distinto.
Sánchez ha anunciado un nuevo libro del que sabemos que se titula ‘Tierra firme’. Escucho Tierra firme y me acuerdo de la primera vez que estuve a punto de ahogarme siendo un niño, guardo la sensación de las cosas que se acaban, de pensar por un instante, allí tirado en el fondo, si acaso ya me habría comido mi último Calippo de lima-limón.
La tierra firme en boca de Sánchez remite al naufragio, al ahogado y al hundirse. A tipo abandonado en una isla desierta con un sol de sentencia, cangrejos en la orilla y desvarío como de hablarle a un coco, islas flotantes de plásticos, timones rotos, botellas sin mensaje, radiobalizas, etc.
Si Sánchez me dice Tierra firme ya estoy pensando en arenas movedizas, en costas a sotavento, en Trafalgar durante la tormenta que hubo después de la batalla con la sangre corriendo por las cubiertas. Pienso el viejo y el mar y en biodramina. Pienso en todo, menos en tierra y en firme, que son dos conceptos antisanchistas y fachas, porque hay una España náufraga, sedienta de costa, que no encuentra playa, ni fondo, ni roca, ni tablón del ‘Titanic’ en el que, decían, también cabía Di Caprio.