El cuaderno de Chapu sobre la paternidad: "En esa indefensión es donde un hombre se reconoce a sí mismo"
El cuaderno de Chapu con las notas que ha apuntado del día.
Hoy traigo las notas del 17 de junio, la vida da algunas oportunidades de salirse de la ciénaga de la actualidad, pero ninguna como el espectáculo de fin de año de los niños en el colegio. Esa sí que es una experiencia singular, y no la financiación de Cataluña. Hoy ha sido el turno de Paloma a sus siete años, tan decidida. Se apagan las luces del teatro, siempre huele a cerrado, por debajo del telón, sesenta piececillos descalzos.
Las músicas, las canciones y los pasos toman un sentido distinto, definitivo. Sucede en el espectáculo de los niños y cuando uno está enamorado.
Ahí está tu hijo, aprovecha los giros para buscarte entre las tinieblas del público. Y tú ahí abajo con la madre agarrándole la mano como en un aterrizaje forzoso. Entonces levantas la mano, saludas discretamente, sonríes: “Estamos aquí, hija”, y de pronto os descubre y, ay, amigo, eso que notas es que te va a estallar el corazón.
Si todo lo que has sido en la vida y todo lo que serás se pudieran reunir en cinco minutos, serían estos: Aquí sentado en la fila ocho del salón de actos, un hombre desmadejado, un hombre desarbolado por un amor como nunca hubiera conocido otro, y en esa indefensión es donde un hombre se reconoce a sí mismo. Toda tu paternidad se concentrara en ese momento en el que te localiza, sonríe, hace un guiño, orgulloso y emprende, decidido, seguro de sí mismo, su coreografía, la danza, la pandereta, no importa: lo que sea que esté haciendo y es que lo está haciendo tan bien.
Y entonces sabes que siempre estaréis el uno para el otro y que podréis contar, tú con ella y ella contigo, para siempre. Como una revelación, como un fogonazo bidireccional, simétrico, perfecto, nunca eso uno tan padre y el otro tan hijo, al mismo tiempo. Te parece poco para un lunes.