El cuaderno de Chapu: "Lo de la centralización tiene su gracia, sobre todo si se pacta con ERC"

Traigo la noche sobre la gran ciudad, los niños asomados a las ventanas. Papá, ¿qué es ese resplandor en el cielo? Esa luz anaranjada es José Luis Escrivá que a veces coge cada perra, y se enciende como una tea y alumbra Madrid la nuit, tabernaria, insolidaria, libertina, y escrivana.

Ha dicho en lo de Alsinalandia que habría que centralizar impuestos para evitar el despropósito de algunas de las comunidades autónomas.

Se refiere a que Juanma Moreno ha anunciado la bonificación del impuesto del patrimonio en Andalucía. Bajarle impuestos a los ricos para que vengan más ricos y cobrar más IRPF. Pero bueno, qué se ha creído ese tirano. La gente, muy enfadada grita: “Noooo, presidente, súbenos los impuestos, que es lo que nos gusta”. Porque a la gente le va que le quiten el dinero, una, dos, tres, veces.

Ah, Escrivá, un poco tosco, un poco espontáneo, un poco Pedro Picapiedra de Inclusión Social. Tan achuchable y de pronto iracundo y temible, oso polar de la responsabilidad fiscal, la seguridad social y otras selvas por las que transita sonoro, impetuoso, feliz, sanote.

Y usted estará pensando: a mí un tipo que sirvió el agua en el agujero para el vaso en el atril me representa. Y a mí también, aunque lo de la centralización tiene su gracia sobre todo si se pacta con Esquerra para que el Govern le arranque la piel a tiras a los catalanes sin competencia. Y así es como Cataluña declarara su independencia al tiempo que decide lo que paga de patrimonio un tipo del Rincón de la Victoria. Centralización fiscal es que Sánchez irá al PNV a quitarle las competencias fiscales de Euskadi. Sí, mañana.