El cuaderno de Chapu: "Una apisonadora"
Chapu Apaolaza escribe en su cuaderno sobre Pedro Sánchez y cómo ha apisonado las armas de ETA
He apuntado en su cabeza, despachurrar pistolas parecía una buena idea. Celebrar una ceremonia en Valdemoro para aplastar un montón de armas de ETA y del Grapo con una apisonadora. Se supone que España es la apisonadora que apisona. Sobre el asfalto del patio de la Guardia Civil de Valdemoro han dispuesto 1.377 fábricas de tristeza en tres lenguas como las brasas para caminar descalzo por encima en la noche de San Juan.
Como un presagio, la máquina pintada de un gris militar está a punto de calarse, pero luego echa a rodar y enfila las armas. Allá va, decidida, concentrada, ajena a la posibilidad de que debajo del rodillo explote una bala en la recámara. Digo que allá va esa máquina decidida y audaz a pasar por encima de las metralletas como esos tipos que caminan descalzos sobre las brasas en la noche de San Juan, pom pom pom.
Allá va, ajena a la polémica de los acercamientos de presos, a la ausencia de los presidentes que terminaron con ETA (Yo creo que deberían haber estado), ajena a los flirteos con Bildu en el Congreso y el numerito de Otegi como hombre de paz. Ruge el motor pasando por encima de las pipas y las escopetas y todos esos agujeros negros donde prendía el niño de la muerte, y quería Sánchez que pareciera que a ETA se le había derrotado, y fue una imagen muy precisa del relato sobre el terrorismo, porque la apisonadora apisonó las armas de ETA y cuando pasó, las de ETA armas seguían allí intactas.