¿Hasta qué punto el calor nos influye emocionalmente?
El calor puede ser uno de losprincipales problemas de la convivencia y de las relaciones interpersonales.
Hay personas que son felices en invierno, aguantan muy bien el frío y consideran que es más fácil abrigarse adecuadamente que hacer frente a los rigores del calor de verano.
Resulta curioso que muchas personas comenten que lo que más les agobia del calor es sudar y sentir cómo su ánimo baja y sus energías disminuyen con las altas temperaturas.
Pero, seguramente, la mayoría no somos conscientes de hasta qué punto el calor nos influye emocionalmente y cómo puede afectar a nuestros comportamientos.
Sabemos que el calor afecta de forma especial a las personas mayores y a los niños, pero no nos engañemos, el calor puede ser uno de los principales problemas de la convivencia y de las relaciones interpersonales.
Lo mejor que podemos hacer para hacer frente a este calor, con frecuencia sofocante, es saber cómo nos influye, cómo nos afecta y cómo podemos adaptarnos lo mejor posible.
María Jesús Álava Reyes explica que el exceso de calor puede provocar irritabilidad, cansancio generalizado, apatía, decaimiento, agotamiento, mal estar y negativismo. Además, aclara que estas condiciones se pueden deber a que con el calor muchas personas tienen dificultades para descansar.
"Hay personas que amanecen con unos niveles de ansiedad tan altos que a la mínima empiezan a tener tensión por cualquier cosa", subraya Álava Reyes.
Comenta la psicóloga que el calor puede alterar "muchísimo" la convivencia y las relaciones sociales. Por ello, recomienda combatir determinados hábitos, entre los que se encuentra, hidratarse mediante el alcohol solamente. Ya que "uno de los enemigos más fuertes del verano y de la convivencia es el exceso de alcohol", matiza Álava Reyes.