¿Ha cambiado la polarización nuestras conversaciones?
Ricardo Pinilla, profesor de Filosofía de la Universidad Pontificia de Comillas, explica que el problema está cuando la polarización se convierte en polémica.
Hace no mucho tiempo aquí en España predominaba una autoridad, dictatorial por exceso, y patriarcal, por defecto, donde era mejor no hablar sobre determinados asuntos. Era una sociedad en blanco y negro, prácticamente monográfica, donde en la calle mandaba Fraga y en casa el padre de cada uno. Había escasas opciones de discusión en público. Las pocas que se daban, eran triviales salvo que fueran en privado. Cualquier asunto fuera de esa trivialidad (de esa ligereza) ni se planteaba. Esencialmente, prevalecía el miedo. Hoy décadas después, ese recelo está haciendo que evitemos ciertas conversaciones. Ese mejor ni hablar ha vuelto, pero por motivos muy distintos. O quizá se trata de un solo motivo que antes, por razones obvias, no existía: hablamos de la polarización que nace de la política.
José Eduardo Abadi es médico psiquiatra y catedrático en Psicología, disciplinas que pueden explicar este fenómeno de las sociedades modernas donde la pugna por vencer en las opiniones impide cualquier entendimiento. Ese puente de comunicación ausente es lo que en Argentina llaman la grieta o brecha. Nadie escucha porque unos y otros se resisten a admitir que el contario pueda tener razón. La polarización desatada sobre todo en la política ha contagiado otros ámbitos. Por ejemplo, el deporte. Y más concretamente el fútbol, siempre un tema recurrente convertido ahora, en muchos casos, en conversaciones de guerra. Por no hablar de las redes sociales y algunas tertulias. Cabe preguntarse si este comportamiento donde quienes discuten parecen hacerlo desde una trinchera es ya irreversible. Y si no es así, cuál es el remedio. Ricardo Pinilla, es profesor de Filosofía de la Universidad Pontificia de Comilla.
El profesor explica que la diferencia de opinión es el motor de cambio y la renovación social. Pero, comenta que el problema es cuando "la polarización se convierte en polémica". Añade que esto ocurre muchas veces en la política, cuando los representante buscan el titular y que al ocurrir esto "algo muy valioso estamos perdiendo por el camino".