La carta de Ónega: "Adiós, 'rey del cachopo'; Bienvenido, preso César Román"
Fernando Ónega dedica su carta a César Román, "ahora trístemente célebre al autoproclamarse 'rey del cachopo'", una persona que podría haber usado su "inteligencia y capacidad de trabajo en hacer alguna vez el bien", en lugar de ir "de delito en delito" hasta terminar como principal sospechoso del asesinato y descuartizamiento de su novia.