El Orden Mundial: ¿Los acuerdos de la Cumbre del Clima nos alejan o nos acercan a un mundo sin petróleo?
Fernando Arancón y Blas Moreno, de El Orden Mundial, repasan la actualidad internacional de mayor interés en 'Julia en la Onda': en esta ocasión, explican las implicaciones de los acuerdos sobre los combustibles fósiles aprobados en la COP28.
Fernando Arancón, Blas Moreno y el resto del equipo de El Orden Mundial están teniendo mucho trabajo en las últimas semanas, pues la actualidad internacional no para de arrojar titulares: esta pasada semana, representantes de todas las naciones del mundo se han reunido en la COP28, la cumbre internacional del clima celebrada en Dubai. Los expertos de El Orden Mundial han explicado, en 'Julia en la Onda', el alcance de estos acuerdos y su influencia en las economías de los países petroleros, como Arabia Saudí o los propios Emiratos Árabes Unidos.
¿En qué porcentaje contaminan los países ricos?
Como todas las semanas, Arancón y Moreno han planteado una pregunta a la audiencia, relacionada con la contaminación: ¿qué porcentaje de las emisiones globales son generadas solamente por el 10% más rico del planeta?
- 91%
- 48%
- 19%
La respuesta correcta es: el 48%. Esto supone que 1 de cada 10 habitantes del planeta emiten casi la mitad de los gases nocivos para la atmósfera; por otro lado, el 10% más pobre solo emite el 12% de estas sustancias, si bien se estima que ellos serán los que sufran las mayores consecuencias económicas derivadas de la crisis climática.
La cumbre del clima más polémica de la historia
La Cumbre del Clima COP28 estuvo envuelta en polémica desde el inicio, al celebrarse en la capital de uno de los países que más emisiones produce, Emiratos Árabes Unidos: con todo, la controversia alcanzó sus máximas cotas después de la presentación del primer borrador del acuerdo que se elaboró en esta cumbre: este documento rebajaba enormemente las expectativas en cuanto a la reducción de emisores de gases invernadero, y fue duramente criticado por Estados Unidos, los países de la Unión Europea y las Islas de Pacífico, que se enfrentan a un progresivo aumento del nivel del mar.
Finalmente, el acuerdo alcanzado aboga por "transitar" hacia el abandono del uso de combustibles fósiles en 2050; a pesar de no parecer muy rompedor, Fernando Arancón destaca que es la primera vez en la que se señala, directamente, a los combustibles como responsables directos del deterioro de la atmósfera.
Hasta ahora, la comunidad internacional se había preocupado por la reducción de emisiones, pero no había tomado la determinación de enfrentar su causa: la quema de combustibles fósiles. En la última cumbre, celebrada en el año 2021, se buscó alcanzar un acuerdo que se refiriese a los combustibles fósiles, aunque no se consiguió materializar.
Con la firma de este acuerdo - al que se opusieron los países de la OPEP-, se busca reducir la combustión de petróleo, gas y carbón para hacer una apuesta por las energías renovables y la energía nuclear, que se está empezando a considerar como una energía verde.
¿Este acuerdo garantiza una transición ecológica?
Blas Moreno ha mostrado sus dudas acerca de la posibilidad real de cumplir este acuerdo, y ha señalado el principal tratado ambiental en vigor: el acuerdo de París aprobado en el año 2015, que comprometía a los países a tomar medidas para limitar la subida anual de temperaturas a un nivel entre los 1,5 y 2 grados.
Sin embargo, la Organización Meteorológica Mundial indica que estas metas no se están alcanzando, pues pronostica que, en un año, hay un 66% de probabilidades de que la media de aumento de la temperatura alcance los 1,5 grados. En el escenario más optimista, el aumento medio de la temperatura será de entre 2,1 y 2,8 grados a finales de siglo. "Avanzamos, pero todavía no lo hacemos tan bien como deberíamos", ha apuntado Moreno.
La economía mundial en un mundo sin petróleo
El experto señala la solución más efectiva para lograr estos objetivos: reducir el consumo de estos combustibles fósiles. Sin embargo, la exportación de estas materias primas con clave en algunos países, como Arabia Saudí, donde la venta de petróleo copa el 40 % de la economía. Sin embargo, y teniendo en cuenta esta transición hacia las energías verdes y el hidrógeno, los países con estas economías se están preparando para un cambio de paradigma.
Noruega es el principal exportador de petróleo de Europa, y lleva décadas acumulando un fondo para sobrevivir en el futuro mundo sin petróleo: este fondo soberano tiene una cuantía de 1,4 billones de euros, superando el PIB de España. Los países del Golfo Pérsico están también preparándose, diversificando sus economías y sus negocios ante la progresiva pérdida de importancia del petróleo en el entorno mundial.
Los problemas de Biden y Sunak
En la sección de hoy, los expertos de El Orden Mundial han hecho alusión a otros temas, como la difícil posición de Joe Biden con respecto al conflicto en Israel: si bien Estados Unidos es el principal apoyo internacional del país hebreo en el mundo, está aumentando la sensibilidad propalestina entre el electorado demócrata más joven, y por eso Biden lanzó un comunicado cuestionando el abordaje de la operación en Gaza por parte de Netanyahu.
El apoyo a un Israel tan implacable en el conflicto podría perjudicar a Biden de cara a las elecciones presidenciales de 2024, y es posible que este conflicto se alargue hasta la campaña electoral. Jake Sullivan, Consejero de Seguridad Nacional del país, se va a desplazar a Israel para ejercer presión a favor de un cese temprano de la ofensiva.
Por otro lado, el gobierno de Rishi Sunak, en Reino Unido, está tratando de sacar adelante la legislación que permitirá al país enviar a los solicitantes de asilo a Ruanda. Hasta ahora, este polémico texto quedaba anulado por el Convenio Europeo de Derechos Humanos, que prohíbe a los países de acogida reubicar a personas refugiadas hacia otros territorios que puedan no ser seguro. El gobierno conservador ha optado por eludir esta normativa con una nueva ley, que declara que Ruanda es y siempre será considerado como un lugar seguro. Aunque todavía se tiene que debatir la ley, se espera que esta polémica normativa enfrente a los sectores más radicales de la cámara británica y que dañe la ya de por sí deteriorada popularidad del Premier británico.