Dos tercios de los europeos creen que el dinero en efectivo está sucio, pero solo uno de cada cinco lucha contra la mala costumbre lavándose las manos tras pagar con él. A partir del estudio donde se analiza esto, vamos a reflexionar en el Gabinete sobre dinero y suciedad, tanto en el sentido metafórico como en el literal. ¿El dinero es sucio, como dice la cultura popular? Si es así, ¿por qué lo queremos tanto? ¿Es el dinero, lo que está sucio, o son nuestras manos? Lo discutiremos con Elisa Beni, Anna Grau y Xavier Sardà.
Elisa Beni nos cuenta que “en Colombia hubo un momento en el que se vio que la lepra se contagiaba por los billetes, y finalmente se hizo una moneda especial para ellos. En los billetes, siendo lo que más nos aleja, también es lo que más nos acerca. Nos lleva a pensar que los mismos billetes, que se usa en una tienda de lujo de Madrid ha podido estar en un burdel… si pudiéramos ver como se ha movido el dinero, podríamos ver que el dinero ni tiene clase social ni lugar”.
Anna Grau “minimizaría esto. Pasa de mano en mano, y durante muchos años, y parece que nos hemos inmunizado. Me llama la atención que una moneda mucho más antigua como el dólar tenga menos gérmenes. En culturas más primitivas se sigue prefiriendo la moneda. Además, me más llama la atención la otras suciedad del dinero”.
Javier Sardá: "Una cosa es que se hable de lo que gane uno u otro, y otra cosa es que nos digan que el dinero tiene bacterias. Pagamos con el billete la abstracción, es un pagaré".