Es decir, tendremos en España una nueva autoridad fiscal con mecanismos de supervisión sobre todas las administraciones, que actuará como una especie de policía para asegurarse del cumplimiento del déficit y de la estabilidad presupuestaria.
Esa autoridad fiscal deberá analizar, asesorar y hacer seguimiento de la política fiscal. Dijimos al principio que será un Ente independiente. Eso es fundamental. Alguien por encima de siglas y gobiernos, que tenga una visión panorámica de todo el Estado y que no rinda cuentas a partido político alguna. Estaremos atentos.
Veremos quienes forman ese nuevo cuerpo y, sobre todo, quienes les nombran. O es independiente de verdad o solo sería otro organismo más que alimentar al servicio del que manda.