Los aficionados al género policíaco llamado "true crime" están viendo cómo las plataformas audiovisuales cada vez apuestan más por revivir sucesos y crímenes entre su contenido.
En JELO llevamos diecisiete años escuchando el Territorio Negro de Manu Marlasca y Luis Rendueles pero siempre huyendo del morbo y de convertir en espectáculo el horror.
Ahora hay una inflación en las plataformas de documentales y todo tipo de series que recuerdan casos muy mediáticos como el de las niñas de Alcàsser, el crimen de la guardia urbana o el asesinato de Asunta Basterra.
Las víctimas de estos seriales son personas reales con familias que reviven la tragedia cuando este producto se emite.
Este sábado hay convocada una concentración en Almería que ha promovido la madre de Gabriel Cruz, porque rechazan las producciones audiovisuales de quienes, según sus palabras, se están intentando lucrar con la muerte de su hijo.
Las familias no quieren ver su drama filmado y emitido una y otra vez en una pantalla. Un asunto para reflexionar para qué sirven estas ficciones y si tienen derecho las familias a oponerse.