Juli cuenta que tiene esta visión positiva de los incendios forestales ya que ‘incendios ha habido toda la vida, desde que ha habido oxígeno, generan diversidad’. Explica que en algunos regímenes y, en el caso de ser extremos, pueden ser perjudiciales, pero que desde el punto de vista ecológico no tienen por qué serlo.
El mundo de los humanos está ligado al fuego, ‘muchas actividades humanas primitivas se favorecieron con el uso del fuego’. Los incendios naturales, según explica Jordi, no son malos ‘hay que tener en cuenta el ecosistema en el que tiene lugar’. Él pone el ejemplo de la lluvia y las inundaciones, ‘la lluvia no es mala, pero las inundaciones sí lo son’.
Explica que, en el caso de España, lo que se hace mal es que ‘tenemos un paisaje inflamable donde se ha puesto mucha población de perfil urbano’. Cuenta este tipo de gente tiene muchos objetos con los que generar chispas y poder provocar un incendio. Otros problemas son las políticas acerca del cambio climático, el abandono de la vida del campo; ‘la solución a esto no es sencilla, pero hay que asumir que siempre habrá incendios’.