Consuelo, una fósfora nos cuenta la pularda al oporto: Hago La pularda al oporto. La noche anterior se coge oporto y se le inyecta por toda la pularda. Reposa toda la noche en la nevera. Al día siguiente se le unta con manteca de cerdo y se mete al horno unas dos horas. Cuando esté a la mitad de tiempo, le echo una cebolla, y sale buenísima, jugosa.
Luisa, lo hace rellena: Medio kilo de manzana, orejones y pasas. Lo dejo una noche a remojo, y luego lo relleno con un poco de mantequilla. Luego la unto con un poco más de mantequilla, y a cocer. A mitad de cocción, le echo una botella de cava.
Félix, un “forofo”, nos cuenta que la pularda de su abuela era buenísima, muy rica, pero murió y se llevó la pularda con ella. Ahora conozco un sitio donde la hacen fenomenal. La pularda tiene que estar fina, y se puede comer tanto frío como en caliente.
José Manuel nos presenta una pularda francesa: Típica de la cocina francesa, La pularda al medio luto: Se cortan láminas de trufa muy finas, se abre la pularda y se rellenan. Luego le pones lo que quieras, mantequilla, guarniciones...
Marisa, una mala cocinera según ella, sin embargo nos presenta un plato simple y muy bueno: Pularda con chacolí. Pularda, una botella de Chacolí, medio kilo de manzanas, cuarto kilo de higos secos, ciruelas pasas pimienta y sal. Calentamos el horno. Echamos las cebollas en aceite. Untamos la pularda con el aceite, pimienta, y rellenamos con la cebolla. Al principio, el horno al máximo, y luego lo bajamos. Durante la cocción, vamos echándole el chacolí. Cuando quede poco para hacerse echamos el resto de los ingredientes. En una hora y media está hecho.