Grupo 7, una unidad policíaca de Sevilla lucha contra el pequeño tráfico de una ciudad que se encuentra a las puertas de la Expo de Sevilla del año 92. Esta historia se basa en un sumario de un caso de narcotráfico que llegó a las manos del director del film Alberto Rodríguez. A través de este, recreó una Sevilla de finales de los ochenta que quería acabar con el narcotráfico doméstico.
Rodríguez nos cuenta como ha reflejado en su película un narcotráfico de trastienda de bares y señoras en zapatillas, un mundo en el que las drogas no van vinculadas a tíos enchaquetados y metralletas como se pueden ver en grandes producciones de Hollywood. Con este escenario, Rodríguez tiró de un elenco de actores del que se siente muy orgulloso y entre los que se encuentra el joven Mario Casas. Con él dice que fue fácil trabajar, ‘lo difícil fue el fenómeno fan de Mario Casas’. Nos cuenta como las chicas iban al rodaje a gritar su nombre pero lo que iba a ser un rodaje difícil por las jóvenes seguidoras del actor, se convirtió en fácil al conseguir que estas mismas impusieran orden y se pusieran del lado del equipo de rodaje advirtiéndose entre ellas que no se debía molestar. Además, Antonio de la Torre, otro de los protagonistas, es maravilloso según Rodríguez y nos cuenta que ha hecho un gran papel ya que ‘él es muy charlatán y habla poco en el film’.
Rodríguez cuenta que lo más difícil fue ambientar la ciudad en los años ochenta ya que ha cambiado mucho ‘por la expo y la especulación inmobiliaria’.
Rodríguez concluye la entrevista hablando de la situación del cine que se encuentra en una posición mala debido al recorte del 35%.