Así funciona el sistema ECMO, el pulmón artificial que salvó la vida de Sara y su bebé
El Servicio de Medicina Intensiva del Hospital 12 de Octubre de Madrid ha utilizado con éxito un pulmón artificial -ECMO- para la recuperación de una mujer de 30 años embarazada de 26 semanas que en el momento del ingreso presentaba neumonía bilateral por infección por SARS-CoV-2
El doctor José Alfonso Rubio, intensivista del Hospital 12 de Octubre de Madrid, forma parte del equipo multidisciplinar que hizo posible que Sara diera a luz y se recuperase tras ser conectada a un pulmón artificial para superar su infección por COVID-19.
Rubio explica en De cero al infinito que han utilizado con éxito un pulmón artificial -ECMO- para la recuperación de una mujer de 30 años embarazada de 26 semanas que en el momento del ingreso presentaba neumonía bilateral por infección por SARS-CoV-2. El uso de esta técnica, junto a la supervisión de la evolución fetal por los especialistas de Obstetricia y Ginecología, y Neonatología, ha hecho posible que la paciente completara con normalidad el periodo de gestación y diera a luz recientemente y sin complicaciones a una niña.
Sara ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos de este hospital el 25 de mayo, asistida con esta terapia de oxigenación y circulación sanguínea, tras requerirse su traslado desde el Hospital Universitario de Fuenlabrada por sufrir un empeoramiento progresivo de su estado de salud las 48 horas anteriores, lo que fue posible gracias al protocolo de actuación en red ECMO de la Comunidad de Madrid. Durante su estancia en la UCI del 12 de Octubre experimentó una mejoría desde el punto de vista respiratorio, por lo que tras 10 días desde el inicio se le retiró el ECMO. Con una evolución favorable y tras suprimir también la sedación, fue extubada el 5 de junio sin incidencias y trasladada a planta de hospitalización convencional dos días después.
De forma paralela, los profesionales de Obstetricia y Neonatología realizaron un manejo multidisciplinar para garantizar el bienestar de Sara y el feto, controlando su desarrollo, niveles de líquido amniótico y movimientos fetales acordes con la situación de sedación materna. Asimismo, un equipo de Fisioterapia y Rehabilitación contribuyó a mejorar la bipedestación y movilidad de la paciente desde la UCI y hasta su alta poco tiempo después tras la estancia en una planta de hospitalización convencional.
Según explica el médico, en la recuperación de Sara también influyó en gran medida el acompañamiento familiar facilitado por los profesionales del Servicio de Medicina Intensiva del hospital madrileño.