Xosé, para los que no conocemos esta tradición centenaria gallega, nos explica en qué consiste 'la rapa das bestas': los Aloitadores acorralan en una plaza a los caballos salvajes para raparles las crines: "me cortan la cabellera como a los indios del lejano oeste".
Según nos cuenta Xosé, esta liturgia ancestral se realiza para desparasitarles y quitarles las garrapatas "de repente un tío me salta en el lomo, uno me coge de la cola y otro de la cabeza, empiezo a relinchar como un loco porque creo que me van a matar".
Esta tradición se realiza en familia ya que los niños se encargan de los potros, que también son marcados con hierro caliente: "todo en familia, con su brutalidad y su hermosura, a partes iguales".