Llevaban dos meses sin verse y la emoción propia de un reencuentro era capaz de notarse en el ambiente. El pasado domingo Lobo, un pastor alemán adiestrado,pudo volver a ver a su dueño Rodolfo, un cántabro que sufre una tetraplejia. Todo y todos se prepararon para la ocasión. La quinta planta del Hospital de Valdecilla en Santander se engalanó para el evento y tanto el personal médico como los familiares de Rodolfo Castillo quisieron estar presentes.
"El reencuentro fue impresionante. Me dio un vuelco el corazón cuando lo vi. Me ha servido de terapia, he cargado las pilas", dice entusiasmado Rodolfo. Cuando Lobo se ve sin correa inmediatamente se dirige hacia la silla de ruedas de su amo. Olisquea toda la habitación hasta encontrarlo y fundirse en un cariñoso saludo.
Lobo ha sido adiestrado para facilitarle el día a día a Rodolfo y en el vídeo se puede ver el inmenso amor que ambos se tienen, después de seis años juntos.