Aunque las langostas no son una amenaza para los humanos, si lo son para los campos y cultivos. Históricamente, han sido un problema en Argentina, aunque hace medio siglo se pudo frenar su propagación. Sin embargo, de alguna manera, en el año 2015 volvieron a hacer acto de presencia y desde entonces, esta es su tercera plaga en los últimos 5 años. Pero el recorrido que están haciendo ahora es atípico, y Uruguay y Brasil nunca habían tenido esta amenaza.
Por ello, el Gobierno brasileño ha declarado emergencia fitosanitaria en dos de los estados del sur del país ante el riesgo de que sus plantaciones sean atacadas. El decreto del Ministerio de Agricultura que declara la emergencia en los estados de Río Grande do Sul y Santa Catarina, fronterizos con Argentina y Uruguay, fue publicado en la madrugada de este jueves.
La medida estará en vigor un año, lo que permite al Gobierno implementar un plan para la eliminación de la plaga, importar defensivos agrícolas, contratar brigadas para el combate al insecto y adoptar otras medidas de emergencia para proteger las áreas agrícolas de ambos estados, importantes productores de cereales.
El Ministerio ha decidido anticiparse y poner en marcha un plan para enfrentar la plaga y adoptar medidas de control tras haber dicho que permanecía en "situación de alerta" pese a que la previsión inicial es que la manga de langostas avance hacia el sur de Argentina o hacia Uruguay. De acuerdo con el comunicado divulgado la víspera por el Ministerio, por los pronósticos meteorológico para la región sur de Brasil, que prevén lluvias y frío, es "poco probable" que los insectos se adentren en territorio brasileño.
El Ministerio ha aclarado sin embargo que ya trabajaba en medidas de control por si se produce un cambio repentino en las previsiones climáticas que favorezca la llegada de la plaga a territorio brasileño. Según ha señalado el Gobierno brasileño, está compuesta por langostas de la especie Schistocerca cancellata en millones de ejemplares juntos, y podría arrasar con cultivos de cereales, pastos y otras gramíneas.
El Ministerio de Agricultura ya ha negociado con el Sindicato de las Empresas de Aviación Agrícola (Sindag) la posibilidad de combatir la plaga con la ayuda de las 426 aeronaves equipadas con pulverizadores que componen la flota de Río Grande do Sul. "La aviación agrícola es considerara mundialmente como una de las principales armas de combate a nubes de langostas", afirmó el director del Sindag, Gabriel Colle, en un comunicado de la patronal. Según el Ministerio de Agricultura, la formación de "nubes" de langostas ha ocurrido de manera "relativamente frecuente" desde 2015 en países vecinos como Bolivia, Paraguay y Argentina.