¿Es verdad que las personas vacunadas contra el coronavirus ya no contagian?
Desde que se aprobaran en Europa las primeras vacunas contra la COVID-19, mucho se ha especulado sobre si las personas vacunadas no suponen ya una fuente de contagios o si, por el contrario, transmiten el virus. ¿A quién protege realmente la vacuna?
Más de cinco millones de personas han sido vacunadas en nuestro país desde que el pasado 27 de diciembre comenzara la campaña. De estas, un millón y medio de personas han recibido la pauta completa. Es decir, según los datos del Ministerio de Sanidad, más de 1.693.674 ciudadanos son inmunes gracias a la vacuna.
A pesar de que se busca la llamada inmunidad de rebaño, todavía no se ha demostrado si los vacunados transmiten la enfermedad. Desde la Organización Mundial de la Salud advierten que estar vacunado no significa que no pases la enfermedad, sino que, si contraes la enfermedad, “la carga viral es menor” y “las posibilidades de infectar a otros podrían ser menores”.
Es por esta razón que recomiendan que, a pesar de estar vacunados, la población continúe respetando las medidas y la distancia de seguridad. Asimismo, puntualizan que, hasta que no se recopilen más datos, no se podrá determinar si los vacunados pueden suponer una fuente de contagio.
Otra visión llega desde el lado las farmacéuticas. Uno de los desarrolladores de la vacuna de Pfizer, Ugur Sahin, insiste en que “las personas vacunadas no contagian”, según recoge el diario alemán Bild.
En este sentido, el CEO de BioNTech comenta que para llegar a esta conclusión han realizado un estudio en Israel, uno de los países más avanzados en el proceso de vacunación y que ha registrado un descenso del 92% en las pruebas de detección del virus. Sahin recuerda, además, que la dosis de Pfizer es efectiva contra las diferentes mutaciones del virus, y concluye reafirmando el papel de las vacunas, pues “podemos contener la pandemia de manera efectiva si se vacuna a suficientes personas”.
Consulta aquí el proceso de vacunación elaborado por el Ministerio de Sanidad.
¿Cómo funciona la vacuna?
Moderna, Pfizer y AstraZeneca son algunas de las farmacéuticas que han desarrollado las primeras vacunas llegadas a España para proteger a la población del nuevo coronavirus. Diferentes, pero iguales, pues su objetivo
prioritario es hacer que el sistema inmunológico “pueda reconocer y defenderse” de la enfermedad. Entonces, ¿qué diferencias existen entre ellas?
Según la Comisión Europea, las dosis aprobadas responden a tres tipos:
- ARN mensajero. En este novedoso grupo se ubican las vacunas de Pfizer y Moderna. Una vez administrada la dosis, esta da al sistema inmunológico instrucciones para que sean las propias células las que fabriquen proteínas S, similares a las de la COVID-19. Nuestro cuerpo las reconocerá como ‘intrusas’ y responderá produciendo anticuerpos que le impidan “continuar su camino” y linfocitos T, que serán los que creen la “memoria inmune” en nuestro cuerpo.
- Vectores víricos. Las dosis de AstraZeneca y Janssen funcionan según este tipo, probado previamente en el virus del Ébola y el Zika.
Su funcionamiento es distinto al resto de tipos, pues inyectan en el organismo un virus diferente, con el ADN modificado. Parte de este ADN es “inofensivo” y se convierte dentro de las células en copias de ARN con instrucciones para que nuestro organismo fabrique la proteína S, idéntica a la de la COVID-19. Así, el sistema inmunológico las reconocerá y responderá creando anticuerpos y memoria inmune.
- Basadas en proteínas. Aunque todavía no se administran en España, en este tercer y último grupo se agrupan las vacunas de GSK y Novavax, un tipo usado previamente contra la hepatitis A y B, así como en la gripe. Estas introducen en el organismo fragmentos de proteína S y otros componentes del virus para que sea nuestro cuerpo el que produzca anticuerpos y linfocitos T.
¿Debo vacunarme si ya he pasado la COVID-19?
Según indica el Ministerio de Sanidad, los estudios realizados hasta la fecha apuntan que “las personas que han pasado la infección tienen una respuesta inmune muy elevada y superior a las de personas que no han tenido contacto con el virus”. Por lo que, atendiendo a las evidencias, recomiendan que aquellas personas menores de 55 años que hayan creado anticuerpos tras superar el virus no se vacunen hasta, al menos, pasados seis meses y reciban una única dosis de la vacuna.
Asimismo, las mismas fuentes aclaran que “la reinfección por el nuevo coronavirus es excepcional en los seis meses posteriores a una infección natural”, por lo que es poco habitual que una persona que acaba de superar la enfermedad puede volver a contagiarse, al menos, durante un tiempo.