Sanidad confirma dos nuevos casos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo: qué es y cómo se transmite
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) es una enfermedad que se transmite, principalmente, por la picadura de una garrapata y en algunos casos puede ser mortal.
El Ministerio de Sanidad ha informado de la detección de dos nuevos casos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Los dos afectados son hombres en contacto con el campo, uno de ellos diagnosticado después de haber fallecido, el otro evoluciona favorablemente.
El primer caso que se dio a conocer es un cazador de 49 años con antecedentes de picadura de garrapata. El paciente inició síntomas de la enfermedad el 12 de julio y se encuentra estable en evolución favorable. El segundo caso se trata de un hombre diagnosticado retrospectivamente el 20 de julio, después de haber fallecido el 19 de junio por causas desconocidas, aunque los médicos sospechaban de una intoxicación de azufre.
No es la primera vez que se identifica un caso de esta enfermedad en nuestro país, sino queQué es la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo
La FHCC es una de las enfermedades trasmitidas por garrapatas con mayor extensión a nivel mundial, afectando, sobre todo, a la población de diversas partes de África, Asia, Europa del Este y Oriente Medio. Se transmite, en su gran mayoría por la picadura de garrapatas duras (Ixodidae), aunque también puede transmitirse por contacto directo con secreciones o fluidos de un hospedador animal infectado durante la fase aguda.
La enfermedad comienza a a manifestarse tras un período de incubación de 5-6 días y, en la mayoría de casos, los síntomas se traducen en fiebres, cefaleas, mialgias o dolor muscular y mareos, aunque de forma leve. También es posible que un ser humano padezca la enfermedad de forma asintomática.
Sin embargo, la enfermedad puede progresar hacia un cuadro clínico grave con manifestaciones hemorrágicas en piel y mucosas, como petequias o sangrado, que puede progresar hasta la muerte. La tasa de mortalidad de la enfermedad, aunque es complicada de determinar, está encadrada entre el tres y el 40%.
El diagnóstico se realiza mediante aislamiento del virus, detección de genoma por PCR (método específico, sensible y rápido) o serología (los anticuerpos IgM e IgG se detectan mediante ELISA y ensayos de inmunofluorescencia desde unos 7 días tras el inicio de la enfermedad). No hay vacuna para esta enfermedad ni un tratamiento específico, aunque se ha usado la ribavirina con aparente efecto beneficioso.
Sanidad, basándose en dos estudios de años anteriores en los que se recogieron muestras de más de 2.000 garrapatas en el primero y más de 1.500 en el segundo, ha calificado mediante un informe el riesgo de sufrir la enfermedad de "moderado" para las comarcas en las que se han detectado algún caso y, en concreto, para las personas que estén en continuo contacto con el campo. Mientras que tildado de "riesgo bajo" para la mayoría de a población.
Estos son los casos detectados en cada comarca: seis en Salamanca (uno en 2018, tres en 2020 y dos en 2021), tres en Ávila (2013 y 2016), dos El Bierzo (durante el presente verano), y uno en Badajoz en 2018.