A las 01.14 horas de este 27 de septiembre, la sonda DART, que fue lanzada al espacio hace diez meses, ha cumplido su objetivo de impactar contra el asteroide Dimorfos, que se encuentra a 11 millones de kilómetros de la Tierra.
La intención de la NASA era cambiar ligeramente su órbita y en tan solo unos días se podrá ver si el choque ha tenido efecto. La misión se ha llevado a cabo para practicar en cuanto a la defensa planetaria se refiere, para que en el caso de que en un futuro en un asteroide vaya a impactar con la Tierra, poder desviarlo.
El choque, que ha sido retransmitido en directo, se ha producido a una velocidad de 23.000 km/h y la NASA lo ha descrito el impacto como "una máquina de vending chocando contra un estadio de fútbol".
Según han explicado desde la NASA a la cadena CNN, que la posibilidad de que un asteroide impacte sobre la Tierra "es algo real", al igual que sucedió hace millones de años cuando un asteroide cayó sobre la Península de Yucatán que fue la causa de la extinción de los dinosaurios.
Por ello, insiste en que "es muy factible, que en un futuro no muy lejano podamos identificar un asteroide que caiga e la Tierra y puede acabar con la vida humana".