Qué pasa si no avisas con 15 días de antelación al irte de un trabajo
Te contamos donde debes fijarte para saber con cuánta antelación necesitas avisar en tu trabajo si tienes pensado marcharte.
Madrid |
El verano suele ser época de movilidad en cuanto al trabajo se refiere y, si estás pensando en cambiar de empleo o quieres dejar tu empleo actual para buscar nuevas oportunidades en septiembre, es importante que conozcas bien como proceder.
El Estatuto de los Trabajadores no marca un tiempo concreto de preaviso para avisar de tu dimisión a la empresa, sino que es cada convenio colectivo el que refleja el preaviso necesario para tu sector y categoría laboral. Generalmente, las profesiones menos cualificadas tienen menores tiempos de preaviso (los clásicos quince días), mientras que profesiones más cualificadas o de difícil cobertura pueden tener tiempos más amplios de preaviso fijados por convenio.
¿Cómo avisar de tu baja en la empresa?
Si decides dejar voluntariamente tu empresa, es vital avisar de manera adecuada de tu intención de causar baja en la compañía.
Para ello, te recomendamos redactar una carta donde deben quedar reflejados:
- Tus datos personales y los de la empresa.
- Tu intención de finalizar la relación laboral con dicha empresa.
- La fecha en la que tienes intención de abandonar la compañía.
- La carta debe ir fechada en el día de la entrega y firmada por ti.
En el momento de entregarla, es importante que la empresa te firme o selle una copia de la carta para poder demostrar que la entregaste en la fecha indicada. En caso de que la empresa se negara a dar acuse de recibo, es recomendable enviarla por burofax, método de comunicación válido judicialmente, en caso de que se genere un conflicto con la empresa.
¿Siempre es necesario preavisar?
Es importante saber, que no siempre es necesario el preaviso al dejar tu empleo. No tienes obligación de avisar con antelación a la empresa en los siguientes casos:
- Si tu marcha está provocada por la finalización del contrato y no deseas renovarlo, siempre que el contrato fuera menor a un año.
- Por causas objetivas legalmente procedentes.
- Cuando ha habido un incumplimiento por parte del empresario de sus obligaciones contractuales.
- Por modificación sustancial de las condiciones de trabajo reguladas en el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores.
- Si debes abandonar tu puesto de trabajo de manera inmediata a consecuencia de ser víctima de violencia de género.
- Siempre que exista mutuo acuerdo entre empresa y trabajador.
Si no te encuentras en ninguno de estos casos, lo ideal es avisar a la empresa con el tiempo que determine el convenio colectivo para tu caso. Sin embargo, no siempre es posible respetar este tiempo, bien sea por cuestiones personales, bien sea por la inmediata incorporación a otra empresa.
¿Qué consecuencias hay si no aviso a tiempo?
En estos casos, aunque no siempre se aplica, la empresa puede deducir el salario de los días que faltan en el preaviso de tu finiquito.
Al margen de si la decisión de finalizar la relación laboral ha sido bien recibida o no por tu empresa, esta está obligada a liquidar el finiquito e indemnización (si correspondiera) a la finalización de tus servicios.
En el finiquito, se liquidan los importes pendientes de percibir por parte del trabajador, como los días de vacaciones no disfrutados o la parte proporcional de las pagas extras no percibidas, salvo que las tengas prorrateadas mensualmente.
Aunque no todas las empresas aplican esta penalización, debes saber que la empresa puede descontar los días que falten de tu preaviso de este finiquito. Incluso, en caso de que el finiquito fuera negativo, podría reclamarte la cantidad resultante judicialmente.
Por ello, lo más recomendable siempre es avisar a la empresa con suficiente antelación o, en caso de imposibilidad, intentar pactar con ella una salida de mutuo acuerdo que no perjudique a ninguna de las partes.