El perfluoroctano en mal estado causó la ceguera a los pacientes operados
El análisis encargado por Osakidetza al Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada de Valladolid ha confirmado que el perfluoroctano en mal estado fue el causante de la ceguera a 13 pacientes que se sometieron a operaciones quirúrgicas en hospitales públicos y privados de Euskadi.
El Departamento de Salud del Gobierno Vasco, que ya abrió en su día procedimientos de responsabilidad patrimonial para cada caso, ya ha puesto este informe a disposición de la Agencia Española del Medicamento, como responsable de las alertas sanitarias en el país, para que adopte las medidas que considere oportunas.
El perfluoroctano es un dispositivo de uso quirúrgico que, una vez cumplida su función durante la cirugía, se vuelve a retirar. Es un material utilizado en cirugía de vítreo-retina en las últimas dos décadas.
Los servicios jurídicos del Servicio Vasco de Salud, Osakidetza, están analizando ya el contenido del informe encargado por el Gobierno Vasco para determinar el alcance de las acciones administrativas o judiciales que puedan emprender como parte afectada y en defensa de los pacientes perjudicados.
En un comunicado, el Departamento vasco de Salud ha explicado que en el informe se concluye que los lotes del producto analizados "se consideran potencialmente citotóxicos para las células del EPR y para la neurorretina, en función de las diferencias observadas en términos de muerte celular y de degeneración celular-tisular con respecto a los controles empleados en los experimentos".
De este modo, se confirman los indicios manejados por el Departamento vasco, que ha vuelto a defender la "correcta actuación" de los profesionales de Osakidetza. Además de enviarlo a la Agencia Española del Medicamento, el Gobierno Vasco también ha puesto a disposición de los afectados este informe para facilitar las tramitación de las acciones administrativas o judiciales que consideren oportuno emprender.
De los 13 casos detectados en Euskadi, 8 se localizaron en el Hospital Universitario Donostia, 1 en el Hospital Universitario de Cruces (Bizkaia) y 4 en un centro sanitario privado.
Todos ellos fueron intervenidos en el mismo período de tiempo y con el mismo material sanitario. Una vez retirados los lotes de producto que Osakidetza sospechaba que podrían estar en mal estado, el Servicio Vasco de Salud no tiene constancia de ningún nuevo caso por lo que estima "improbable" que puedan aparecer otros en Euskadi.
En cualquier caso, los 13 pacientes, según Osakidetza, han tenido desde el momento posterior a la cirugía un seguimiento clínico, que a día de hoy continúa.
El Departamento de Salud del Gobierno autonómico ha lamentado profundamente el grave daño que han sufrido los afectados y ha insistido en que en ningún momento ha dudado de la actuación "diligente" de los profesionales.
En este sentido, ha destacado que sólo el Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Donostia, que cuenta con 25 oftalmólogos, lleva a cabo anualmente más de 90.000 consultas y más de 7.500 cirugías oculares, de las cuales 400 son cirugías de vítreo-retina.