Más de la mitad de los jóvenes españoles no pueden cubrir sus gastos básicos
En el estudio comparativo España sale mejor parada en algunos indicadores que otros países estudiados como Portugal, Túnez o Marruecos, pero el pesimismo en el futuro es común en todos.
Madrid | 14.11.2023 16:03
Son la generación mejor preparada de la historia, con todo el saber a su alcance y muchas más posibilidades de conocimiento y recursos que los que tuvieron sus padres y sus abuelos, pero la historia no les acompaña. La sucesión de crisis económicas y eventos disruptivos (pandemia, guerras, crisis climática...) coloca a los jóvenes de entre 18 y 34 años en un clima de pesimismo que abarca no sólo su presente sino también su futuro.
La Friedrich Naumann Foundation ha analizado y comparado las percepciones en siete países mediterráneos: España, Italia, Portugal, Líbano, Marruecos, Túnez y Jordania y aunque en muchas de las gráficas el nuestro se convierte en país privilegiado, las cifras nos bajan a una realidad poco optimista.
La mayoría se ve en una situación financiera comprometida
La radiografía muestra que sólo el 42% de los jóvenes españoles dice ser capaz de cubrir adecuadamente sus gastos básicos; más aún, afirman que "su situación financiera es comprometida". Esto tiene un impacto directo en cómo viven su tiempo: uno de cada tres encuestados no puede costearse gastos de ocio. Menos aún ahorrar para emergencias (sólo puede hacerlo el 30%) y menos aún a largo plazo (sólo el 24%).
Con estas cifras, plantearse la emancipación es todo un reto. Aunque a los 18 años un 20% de los jóvenes españoles vive ya de un modo independiente y esa curva va creciendo hasta los 27 años, en que el porcentaje de jóvenes emancipados supera al de quienes siguen viviendo con sus padres, el ritmo se frena bruscamente a partir de ahí. A los 30 años uno de cada tres jóvenes no se ha independizado y tampoco el 20% a los 35 años
Las razones tras este dato son fundamentalmente económicas. Sólo el 16% de los consultados se queda en casa paterna por elección familiar o personal. En el resto son razones financieras las que les empujan. La falta de ingresos propios y la poca capacidad de ahorro son los principales factores que explican la emancipación tardía. Hay también un porcentaje que atribuye a los estudios el no plantearse dejar la casa familiar.
Sin opciones de emancipación cara al futuro
La baja tasa de emancipación no parece tampoco tener visos de solución a corto plazo, a tenor de los datos de esta encuesta. En el horizonte de un año, la mayoría de los jóvenes españoles (67%) perciben una probabilidad baja o muy baja de emanciparse. Hay que irse a un horizonte de cinco años para encontrar un dato que supere el 50% de opciones de emancipación. Y de diez años para darle la vuelta a la encuesta y encontrar el 71% de opciones de vivir independiente.
¿Qué ocurre con ese porcentaje de jóvenes que sí se van independizando? Pues que sólo el 20% cuenta con vivienda propia y con hipoteca. El 31% vive de alquiler y otro 25% en un piso propiedad de la familia. Quienes cuentan con una vivienda en propiedad, el 65% la consiguieron con ayuda de algún familiar y España tiene la edad de compra de vivienda más alta de los siete países analizados: 25,3 años.
Optimistas en que la situación mejore
La encuesta se pregunta también por el efecto que estas cifras provocan mirando al futuro y asoma ahí un hálito de optimismo. Mirando a cinco años vista, el 62% de los jóvenes creen que su capacidad de gasto será buena o muy buena y que incluso estarán en disposición de ahorrar a largo plazo. En este punto influye mucho la brecha educativa. De los jóvenes españoles con estudios universitarios, sólo el 11,8% cree que tendrán dificultades para cubrir gstos básicos, pero este porcentaje llega al 29,3% entre quienes sólo han completado la educación secundaria.
Y ese optimismo moderado respecto a su situación personal choca de frente con el pesimismo al preguntarles por el futuro del país. El 42% de los jóvenes españoles evalúa el futuro del país a veinte años como de declive. Y aunque a presente consideran que el nivel de prosperidad es aceptable, sí puntualizan "que está mal repartido". Hablan las cifras: El 20% considera que el nivel de riqueza y prosperidad del país es alto o muy alto. El 61% cree que el reparto de esa riqueza y prosperidad es desigual.
Al preguntarles por las perspectivas optimistas cara al futuro, los encuestados enfocan las oportunidades en tres grandes retos: transición verde, digitalización y envejecimiento.