El estudio "Impacto socioeconómico de la actividad cultural de la Iglesia", elaborado por la Conferencia Episcopal, valora el impacto de los 3.168 bienes inmuebles de interés cultural que pertenecen a la Iglesia (entre ellos 78 catedrales y 18 monumentos declarados patrimonio de la Humanidad), pero también celebraciones y fiestas religiosas, como la Semana Santa de diversas ciudades.
El informe, realizado por la consultora KPMG, destaca que aunque valorar económicamente la aportación que realiza la Iglesia a la sociedad es una misión compleja, "la actividad desplegada supone un ahorro de miles de decenas de millones de euros para las arcas públicas".
"El patrimonio de la Iglesia es una fuente de riqueza y valor para toda la sociedad", indica, y supone cada año para la Iglesia "un gran esfuerzo económico en rehabilitación, conservación y mantenimiento ordinario".
El estudio, que incluye los gastos que realizan los visitantes en restaurantes, transportes y visitas, entre otros, como consecuencia de desplazarse a visitar por ejemplo la catedral de Burgos, no calcula las partidas que las distintas administraciones dedican al mantenimiento y rehabilitación de este patrimonio cultural.