Un hombre pierde la herencia de su mujer fallecida por irse con otra
La difunta esposa dejó escrito en su testamento que la herencia correspondería a su marido bajo la condición de que no volviese a contraer matrimonio o a convivir en pareja una vez fallecida.
La Audiencia Provincial de A Coruña ha anulado la institución como heredero de un hombre que no cumplió con la condición impuesta en el testamento de su esposa fallecida, que le prohibía contraer "segundas nupcias". Su mujer dejó escrito el testamento ante un notario en 1975, casi veinte años antes de su muerte en 1996. De lo contrario, perdería la herencia, como así ha ocurrido.
Después de que un juzgado fallase a favor del marido otorgándole la herencia, ahora el tribunal gallego revoca la sentencia con una nueva resolución, y da la razón a la hermana de la difunda tras varios años de lucha judicial. Los magistrados le obligan a devolver la herencia a sus excuñados, dejándole solo el usufructo de la cuota vidual, que le corresponde por ley.
Rompió con la obligación impuesta en el testamento
El tribunal entiende que éste rompió con la obligación impuesta en el testamento al convivir durante más de 25 años con su nueva pareja que intentó hacer pasar por su prima. "Las pruebas acreditan la existencia de una relación afectiva y de apariencia conyugal, con carácter habitual y estable, mantenida durante muchos años”, dice el escrito de la sentencia, que señala “el hecho de que han llevado una vida en común y han convivido en el mismo hogar, hasta el fallecimiento de esta, el 27 de septiembre de 2016, de modo que ambos se comportaban socialmente como pareja y con la apariencia de un matrimonio”.
El hombre asegura que "eran primos"
Mientras, el aludido remarca en todo momento que ambos mantenían una relación de “primos”. Sin embargo, según los jueces, esto no se sustenta, dado que tras la muerte de esta se incluyó el nombre del hombre en la esquela seguido de: “su esposo”. Además, en la lápida aparece escrito “en recuerdo de tu marido”. Según los magistrados, no es creíble que la familia de la mujer grabase esas palabras en relación a su primer marido, muerto hacía más de 30 años.
El hombre respondió a estos hechos afirmando que le parecía "muy frío poner primo y que lo más cercano a la fallecida que se le ocurrió fue esposo”. Pero no convenció a los jueces. A pesar de todo, la resolución no es firme y el hombre aún puede presentar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.