Julia Faustyna se dio a conocer hace unas semanas tras abrirse un perfil en Instagram en el que aportaba pruebas de que en realidad podría ser Madeleine McCann, la niña británica desaparecida en el Algarve portugués en 2007.
El objetivo de Julia era conseguir realizarse una prueba de ADN que demostrase que era la pequeña y mucha gente se puso de su parte: consiguió llegar y superar el millón de seguidores, que pedían que se diera crédito a la joven y que se le permitiese realizar una prueba que acreditase su origen.
La Policía de su país finalmente dio el caso por cerrado y ella cerró su cuenta y terminó reconociendo que "no era Madeleine", pero afirmó que podría ser otra niña secuestrada, motivo por el cual viajó a Estados Unidos junto a su representante y médium, Fia Johansson, para recopilar nuevas pruebas.
Según explican desde el diario La Razón, Faustyna habría presentado distintos informes en los que aporta pruebas de ADN que podrían probar que efectivamente es la niña desaparecida. De hecho, un grupo de detectives citados por el mismo medio sugieren que la joven polaca podría encajar con el caso de una niña secuestrada en Suiza en 2011.
En este caso, dos gemelas de seis años, Alessia y Livia Schepp, desaparecieron el 29 de enero y su padre, quien las recogió para pasar un fin de semana con ellas, se suicidó el 3 de febrero. Un tiempo después, la madre de las pequeñas recibió una carta en la que se leía "nuestras hijas descansan en paz". A partir de entonces, no se han tener noticias de ellas. Hasta ahora, que los investigadores creen que sería posible que Julia fuese una de ellas.
Tal y como publican desde 'The Sun', Faustyna se realizó hace tiempo una prueba de ADN para verificar su verdadera identidad: Madeleine McCann u otra niña.