Así se desprende de un estudio llevado a cabo por la farmacéutica del hospital Santa Lucía de Cartagena María del Rocío Gutiérrez, que ha realizado el primer estudio fármaco-genético que establece una influencia clara de determinados factores genéticos relacionados con la muerte celular en pacientes diagnosticados de linfoma folicular.
En concreto, el estudio ha tomado como punto de referencia pacientes que reciben tratamiento con el fármaco denominado "rituximab" para tratar el linfoma folicular, que es el segundo tipo de los denominados "linfomas no Hodgkin" más frecuente.
Este tipo de linfoma representa en torno al 20% del total de los numerosos linfomas que existen en la actualidad y es del tipo "indolente" ya que tiene un crecimiento muy lento y que no suele manifestarse de forma precoz.
La forma de tratamiento más frecuente es con el mencionado "rituximab", sin embargo, la eficacia de ese tratamiento varía de unos pacientes a otros y, según el estudio de Gutiérrez, las variables genéticas son determinantes en el mecanismo de acción del fármaco.
Para llevar a cabo el estudio la farmacéutica ha analizado un grupo de 126 pacientes con un largo periodo en tratamiento, tanto del Santa Lucía como del hospital Morales Meseguer de Murcia.
Gutiérrez ha insistido en la importancia de hacer estudios del perfil genético de este tipo de pacientes antes de establecer sus terapias con "rituximab" dentro de los protocolos habituales de los tratamientos para mejora la respuesta.