EELECTRODOMÉSTICOS

Estos son los sistemas más baratos para calentar la casa en invierno y otoño

Con la llegada del frío, calentar el hogar no tiene por qué convertirse en una pesadilla económica. Existen soluciones eficientes y asequibles que mantienen a raya las temperaturas gélidas y, a su vez, cuidan de tu bolsillo.

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Miriam Méndez

Madrid |

Estos son los sistemas más baratos para calentar la casa en invierno y otoño | Pixabay

Cuando llega el frío, mantener la casa caliente sin arruinarse se convierte en un auténtico reto. El invierno puede transformar el hogar en un refugio acogedor o en una trampa de facturas exorbitantes, todo depende de las decisiones que tomemos sobre calefacción.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los costes de la energía han subido un 25% durante los últimos dos años, concretamente, desde el tercer trimestre de 2022 hasta el mismo período de 2023. Esto implica que cada grado de más en el termostato se siente directamente en el bolsillo.

Además, un estudio de Eurostat, elaborado en 2024, señala que, aproximadamente, el 70% del gasto energético de los hogares europeos durante el invierno se destina exclusivamente a la calefacción, lo que convierte al sistema de calentamiento del hogar en una de las decisiones más críticas para el presupuesto familiar.

Sin embargo, no todo está perdido. Existe un abanico de opciones que pueden mantener el hogar cálido y acogedor sin vaciar la cartera. Desde sistemas tradicionales como las estufas de leña, que siguen siendo una de las opciones más rentables, hasta innovaciones como las bombas de calor, que, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE, 2023), pueden reducir el consumo energético hasta en un 40% comparado con los sistemas eléctricos convencionales, hay formas de desafiar el frío sin poner en jaque nuestra economía.

Te mostramos los sistemas más económicos para calentar tu hogar en otoño e invierno, para que puedas encontrar el equilibrio perfecto entre confort y ahorro. Porque sí, es posible vivir cómodamente sin estar pendientes de una factura de la luz que asusta.

Estufas de leña

Las estufas de leña son una opción tradicional que ha mantenido su popularidad a lo largo de los años. Este tipo de calefacción utiliza madera como combustible, lo que las convierte en una fuente de energía renovable. La leña es generalmente más económica que otros combustibles, y muchas veces puede obtenerse de fuentes locales, lo que reduce el impacto ambiental asociado al transporte.

Además de ser una opción más asequible, las estufas de leña ofrecen un ambiente acogedor y cálido, ya que crean una atmósfera hogareña. También pueden funcionar independientemente de la electricidad, lo que es particularmente beneficioso en áreas propensas a cortes de luz.

Sin embargo, requieren un mantenimiento regular, como la limpieza de la chimenea para prevenir incendios y el almacenamiento de la leña, que puede ocupar un espacio considerable. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, el costo medio de la leña se sitúa entre 45 y 60 euros por metro cúbico, lo que puede resultar en un costo de calefacción accesible.

Calefacción por bomba de calor

Las bombas de calor son otro sistema eficiente que ha ganado popularidad en los últimos años. Estas unidades extraen calor del aire exterior y lo transfieren al interior de la vivienda. Hay dos tipos principales: aire-aire y aire-agua.

Las bombas de calor son altamente eficientes, ya que por cada unidad de energía eléctrica consumida, pueden generar entre tres y cuatro unidades de calor. Esto significa que, a largo plazo, pueden resultar en ahorros significativos en las facturas de energía. Además, estas bombas pueden servir como sistemas de aire acondicionado durante los meses de verano.

Además, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), las bombas de calor pueden reducir el consumo energético en un 40% en comparación con los sistemas eléctricos convencionales, lo que representa un ahorro considerable en términos de costos.

No obstante, una de las principales desventajas de este sistema, es que requieren una inversión inicial considerable, que puede ser un obstáculo para muchos. También tienden a ser menos eficientes en climas extremadamente fríos, lo que puede limitar su eficacia en algunas regiones.

Radiadores eléctricos de bajo consumo

Los radiadores eléctricos de bajo consumo son otra alternativa popular para calentar espacios. Utilizan tecnologías como la inercia térmica para calentar el aire en la habitación de manera eficiente. Estos sistemas son fáciles de instalar y utilizar. Además, suelen tener un diseño moderno y atractivo que puede complementar la decoración del hogar.

Sin embargo, el costo de la electricidad puede ser elevado, lo que puede hacer que el uso prolongado de radiadores eléctricos sea costoso. Además, en espacios grandes o muy fríos, puede que no sean suficientes para mantener una temperatura agradable.

Según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), publicado en el último trimestre del año pasado, la tarifa media de electricidad en España en 2023 se situó alrededor de 0,20 € por kWh, un costo que los usuarios deben tener en cuenta al considerar esta opción.

Calefacción a gas

La calefacción a gas es otra opción que muchos hogares eligen por su eficiencia y rapidez. Este sistema utiliza gas natural o propano para calentar agua, que, posteriormente, se distribuye a través de radiadores. Por lo general, el gas es más barato que la electricidad, lo que puede hacer que este tipo de calefacción sea más asequible a largo plazo. Además, proporciona calor constante y rápido.

No obstante, cabe destacar que este sistema requiere una instalación profesional y un mantenimiento regular para asegurar su funcionamiento óptimo. La dependencia de las fluctuaciones del precio del gas también puede ser un factor a considerar.

Según el Boletín del Mercado del Gas, el precio medio del gas en España ha mostrado una tendencia de reducción, actualmente en torno a 0,06 € por kWh, lo que puede hacer que la calefacción a gas sea una opción más atractiva para muchos hogares.

Calefacción solar

La calefacción solar se basa en la captura de la energía del sol mediante paneles solares. Esta energía puede usarse para calentar agua o el aire en el hogar. Se trata de un sistema altamente eficiente y sostenible, ya que utiliza una fuente de energía renovable. A largo plazo, puede resultar en ahorros significativos en los costos de energía. Sin embargo, la inversión inicial puede ser considerable, y su eficacia puede verse reducida durante los meses de invierno con menos luz solar.

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), los sistemas de calefacción solar pueden reducir el consumo de energía en hasta un 70% en comparación con sistemas tradicionales, lo que representa un importante ahorro a largo plazo.

Aislantes térmicos y mejora de la eficiencia energética

Aunque no son un sistema de calefacción en sí, mejorar el aislamiento de la vivienda puede reducir significativamente la necesidad de calefacción. Al mejorar el aislamiento, se puede reducir el gasto energético y aumentar el confort interior, manteniendo el calor durante más tiempo. No obstante, la inversión inicial en materiales y mano de obra puede ser un obstáculo para algunos propietarios.

Un estudio del Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) indica que una mejora en el aislamiento puede reducir los gastos de calefacción en hasta un 30%.

Estufas de pellet

Las estufas de pellets son una opción altamente eficiente y sostenible para calefacción, especialmente recomendadas para viviendas grandes que cuentan con espacio suficiente para almacenar sacos de pellets. Estas estufas funcionan mediante la quema de pellets de madera, que son pequeños cilindros de residuos de madera comprimidos. Al ser un combustible renovable, su uso contribuye a reducir la huella de carbono en comparación con fuentes de energía fósil.

El costo anual de operar una estufa de pellets ronda los 559 euros, lo que las convierte en una alternativa económica para quienes buscan calentar su hogar sin que la factura de la energía se dispare. Además, el uso de pellets como combustible favorece una combustión más limpia, lo que implica menos emisiones de partículas en el aire, contribuyendo a un entorno más saludable.

Sin embargo, su uso también presenta ciertos inconvenientes. La necesidad de almacenar los pellets puede ser un desafío, ya que requieren un espacio considerable, lo que puede ser un problema para quienes viven en apartamentos o viviendas más pequeñas. Además, el mantenimiento regular de la estufa es crucial para asegurar su eficiencia y funcionamiento, ya que es necesario limpiar el sistema de combustión y asegurarse de que no haya obstrucciones.

En términos de diseño, las estufas de pellets han evolucionado, y muchas ofrecen una estética moderna que puede integrarse en diferentes estilos de decoración. No obstante, su tamaño y el espacio de almacenamiento necesario son factores a considerar antes de la instalación. En general, las estufas de pellets ofrecen una opción económica y ecológica para la calefacción del hogar, aunque su implementación puede requerir una planificación cuidadosa.

Calderas de gas de condensación

Las calderas de gas de condensación son una opción que ha ganado popularidad debido a su alta eficiencia energética. A diferencia de las calderas de gas convencionales, que tienen un rendimiento de alrededor del 80-90%, las calderas de condensación pueden alcanzar un rendimiento de hasta un 110%. Este aumento en la eficiencia se debe a que estas calderas utilizan el calor generado por los gases de escape para calentar el agua que circula por el sistema de calefacción.

Según un informe de BBVA, el costo anual de funcionamiento de una caldera de gas de condensación ronda los 310 euros, lo que la convierte en una opción más económica en comparación con otros sistemas de calefacción, como los radiadores eléctricos.

Además de su eficiencia energética, estas calderas son capaces de calentar rápidamente el hogar y son ideales para espacios grandes, ya que distribuyen el calor de manera uniforme. También requieren menos mantenimiento en comparación con otros sistemas. Ahora bien, la instalación inicial puede ser costosa y requiere la disponibilidad de una conexión a la red de gas.

Calefactor

Los calefactores son dispositivos portátiles que emiten aire caliente, ideales para calentar pequeñas habitaciones o espacios temporales. Estos aparatos son ligeros y fáciles de mover, lo que permite utilizarlos en diferentes estancias según sea necesario. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el gasto anual por hora de un calefactor es de aproximadamente 0,37 euros. Esto los hace una opción asequible si se utilizan de manera ocasional.

Son sistemas ideales para espacios pequeños y ofrecen calor inmediato, lo que es particularmente útil en días fríos. Sin embargo, no son la solución más eficiente para calentar espacios grandes y pueden resultar costosos si se utilizan de manera continua.

Radiador de aceite

Los radiadores de aceite funcionan mediante el calentamiento de un líquido (aceite) que circula por el interior del radiador. Son conocidos por su capacidad de retener el calor durante más tiempo, lo que permite un calentamiento gradual y constante del ambiente. Su costo por hora de funcionamiento es de aproximadamente 0,57 euros, lo que los hace relativamente asequibles.

Estos radiadores son especialmente efectivos para calentar habitaciones medianas y grandes y son silenciosos, lo que los hace ideales para el uso nocturno. No obstante, su principal desventaja es que pueden tardar un poco más en calentar el espacio en comparación con otros sistemas, y su peso puede dificultar el movimiento.

Convectores

Los convectores son dispositivos diseñados para emitir aire caliente, similares en apariencia a los radiadores convencionales. Su funcionamiento se basa en el principio de la convección, donde el aire frío entra en el dispositivo, se calienta y, posteriormente, se distribuye de manera uniforme por toda la habitación. Esta circulación del aire ayuda a mantener una temperatura confortable sin crear corrientes de aire frío.

En términos de costos, el gasto de funcionamiento de los convectores es de aproximadamente 0,37 euros por hora, lo que los convierte en una opción asequible para mantener la calidez en el hogar, especialmente si se utilizan en espacios que no requieren calefacción constante.

Su diseño los hace compatibles con diversas decoraciones, lo que permite que se integren sin problemas en diferentes estilos de interiores. Además, su instalación es sencilla, lo que los convierte en una solución práctica para cualquier habitación sin ocupar demasiado espacio.

Sin embargo, al igual que los radiadores eléctricos, su eficiencia puede verse afectada en espacios grandes, donde puede ser necesario utilizar varios dispositivos para alcanzar la temperatura deseada. Esto puede incrementar el costo de funcionamiento si se utilizan múltiples convectores al mismo tiempo.