España ha confirmado dos fallecimientos por viruela del mono y en estos momentos es ya el segundo país del mundo con más contagios por viruela del mono.
Esto, unido a la declaración de la enfermedad como una emergencia de salud pública a nivel internacional según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha hecho saltar todas las alarmas y la preocupación ante un posible contagio comienza a crecer entre los ciudadanos.
Con los datos de los infectados se puede trazar un perfil mayoritario de quienes han padecido o padecen la viruela del mono. Sin embargo, los expertos advierten que esto no implica que el resto de la población esté libre de contagiarse.
Asimismo, es fundamental evitar la estigmatización de los contagiados, pues a medida que se propaga el virus, cada vez son más las personas que no encajan en el perfil inicial.
Investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres han evaluado 528 casos de viruela del mono infectados entre abril y junio en 16 países distintos.
Los datos de este estudio publicado en 'The New England Journal of Medicine' -uno de los más actualizados y recientes en esta materia- recogen que el 98% de los pacientes se declararon homosexuales, bisexuales u hombres que tienen sexo con otros hombres.
Además, tres cuartas partes de ellos dijeron que eran blancos y el 41% eran VIH positivos.
La edad media de los individuos evaluados fue de 38 años y el 95% sospechaban que se habían contagiado mediante relaciones sexuales.
El 95% de los pacientes del estudio tuvo irritaciones en la piel, el 73% sufrió llagas en el ano y los genitales y el 41% presentó irritaciones en la mucosa de la boca.
Además, el 62% de los infectados presentó fiebre y a más de la mitad (el 56%) se le inflamaron los ganglios linfáticos o "bultos" en la piel.
Por lo general, el período de incubación de la enfermedad fue de siete días hasta que aparecieron los primeros síntomas, aunque en algunas personas esto se extendió hasta los veinte días desde el contacto con el virus.