El comienzo de año que ha tenido la Casa Real Británica está lejos de ser el ideal. A mediados de enero saltaba la noticia de que la princesa de Gales, Kate Middleton, había sido ingresada en el hospital para ser intervenida quirúrgicamente del abdomen.
Apenas quince días después, el pasado 5 de febrero, la institución informaba a través de un comunicado de que el rey Carlos III padecía un cáncer que había sido encontrado durante la intervención de próstata a la que se sometió, aunque aclaraba que no tenía relación con la operación por la que había sido ingresado.
Por este motivo, el príncipe heredero Guillermo ha tomado las riendas de la representación monárquica en el Reino Unido, donde la realeza tiende a multiplicar su presencia en todo tipo de actos benéficos y conmemorativos. Todo ello, a pesar de que el momento no podría ser más inoportuno a raíz de la operación de su esposa, que salió del hospital hace quince días y previsiblemente no retomará sus funciones públicas hasta después de Semana Santa.
El secretismo alrededor del estado de salud de la princesa de Gales es total, al contrario de lo que sucede con su suegro, el rey Carlos III, de cuyo estado de salud la Casa Real informa periódicamente. Por ejemplo, en los últimos días se ha podido ver al monarca acudiendo a misa al tiempo que la institución informaba de que había comenzado su tratamiento.
Sin embargo, según informa 'The Daily Mail' y recoge 'Lecturas', un movimiento de la princesa en los últimos días habría arrojado algo de luz sobre su estado de salud.
Kate se encontraba pasando su postoperatorio en su residencia en Adelaide Cottage (Windsor), pero habría cambiado de planes y habría decidido desplazarse para estar más cerca del rey Carlos III.
La princesa habría viajado este fin de semana a Sandringham House (Norfolk) -donde Carlos III estaba hospedado- para pasar un tiempo junto a sus tres hijos y su marido. Este movimiento ha provocado que una fuente cercana a este medio asegure que "Kate se está recuperando bien".
"Kate se está recuperando bien"
"Estaba deseando cambiar de aires y poder tomarse las cosas con calma en Norfolk mientras los niños se desahogan con William", es lo único que han comunicado desde el Palacio de Kensington.
Todavía no se ha hecho público el motivo de la cirugía de la princesa, pero es cierto que varias fuentes han precisado que no tendría ningún tipo de relación con un cáncer.