Miles de personas cumplen este miércoles con la tradición de visitar en los cementerios las tumbas de sus seres queridos con motivo de la celebración, este primero de noviembre, de la festividad de Todos los Santos.
Llevar flores frescas, rezar frente a la tumba, conversar en silencio o recordar anécdotas... cada persona tiene su manera de rendir homenaje a sus difuntos.
Este año, al caer la festividad en mitad de semana y no haber puente, se esperan menos visitantes que los años anteriores. La mayor afluencia se prevé entre las 10.30 y las 13 horas, aunque todo dependerá de la lluvia, según apuntan fuentes funerarias.
Los camposantos más poblados estos días serán, como de costumbre, el de La Almudena, que cuenta con 120 hectáreas, y en el que se esperan miles de visitas. El histórico camposanto de La Almudena tiene 139 años, 280.000 unidades de enterramiento y bajo sus nichos descansan más de 4 millones de almas. Después se sitúa el Tanatorio Sur de Carabanchel, con 87 hectáreas. A gran distancia se sitúa el de Fuencarral, con 10 hectáreas de suelo dedicado a los nichos.
El año pasado murieron en la Comunidad de Madrid 50.763 personas, un 1,82% más que en 2021. De hechos, algo más del 45 por ciento fueron incineradas, una práctica que año ha año va aumentando. En 2010 sólo eran un 30% en la capital.
Aunque el primer horno crematorio de la Funeraria municipal se inauguró en marzo de 1975, fue a partir del nuevo siglo cuando comenzó el auge de este tipo de servicios fúnebres. En la actualidad, hay 33 hornos crematorios en la región, según datos de la Radiografía del Secor realizada por la Asociación nacional de Servicios Funerarios.