Condenan a un dentista por romper los dientes de sus pacientes para luego cobrarles por reparárselos
Scott Chamolli se enfrenta a una condena de hasta 20 años de prisión por dañar intencionadamente los dientes de miles de pacientes.
Scott Chamolli, dentista, ha sido declarado culpable por el Tribunal del Distrito este de Wisconsin por haber dañado intencionadamente los dientes de miles de pacientes para cobrar por arreglárselos.
En concreto, el dentista de 61 años ha sido condenado por cinco cargos de fraude de atención médica y por dos cargos de declaraciones falsas en relación a cuestiones de asistencia sanitaria.
El veredicto final se conocerá el próximo 17 de junio, pero Chamolli podría enfrentarse a una condena de hasta 20 años de prisión, aunque previsiblemente la sentencia será más leve.
Modus operandi del dentista
Scott Chamolli estuvo años engañando a sus pacientes. Ganó una fortuna a costa de la salud de miles de personas, a las que taladró y rompió los dientes para obtener beneficios económicos después por arreglarles el estropicio.
Según el fiscal, Chamolli manipulaba a los pacientes para que se sometieran a estos procedimientos después de dañarlos, a pesar de que antes, ellos tenían bien la dentadura.
"Algunos de estos pacientes eran personas extremadamente vulnerables, con relaciones abusivas, que habían enviudado recientemente, que habían sobrevivido al cáncer y que vivían a duras penas para poder pagar los copagos requeridos para los procedimientos innecesarios que él facturaba", expuso la fiscal en el juicio.
Las pruebas demuestran que el dentista puso muchas más coronas de lo que es habitual en Wisconsin. Chamolli realizó 1.600 en 20 meses. Elaboraba una media de 32 por cada 100 clientes, mientras que lo normal son seis por cada 100, según la compañía de seguros que participó en el juicio.
Esto le proporcionó un enorme enorme beneficio económico, ya que solo entre 2016 y 2019 facturó 4,2 millones de dólares solo en la realización de coronas.
Ante estas acusaciones, la defensa alegó en el juicio que el único delito del acusado era "trabajar duro", pues "su riqueza está ganada con mucho esfuerzo durante muchos años de práctica odontológica" en los que ha trabajado de 40 a 60 horas semanales.