Una de cada cuatro adolescentes y jóvenes activistas siente ansiedad o malestar emocional, y el 17% teme por su seguridad
El estudio, con datos de 26 países además de España y en el que han participado más de mil jóvenes activistas, pone de manifiesto la multitud de retos a los que se enfrentan niñas y adolescentes de todo el mundo cuando se movilizan por el cambio.
Una de cada cuatro jóvenes activistas ha sufrido malestar emocional o ansiedad, y una de cada cinco ha temido por su seguridad al defender alguna causa social. Así lo revela el nuevo informe ‘Turning the World Around: niñas y jóvenes activistas al frente de los avances por la igualdad’, de Plan International, presentado en el marco del Día Internacional de la Niña que se celebra el 11 de octubre.
En la investigación, que incluye datos de 26 países además de España, han participado más de mil jóvenes activistas de entre 15 y 24 años a través de una encuesta online, entrevistas y grupos de discusión sobre sus experiencias haciendo campaña por diferentes causas. Los resultados revelan que, en todos los contextos, se enfrentan a multitud de retos cuando se movilizan por el cambio.
Las barreras van desde los prejuicios hasta la represión, la discriminación y los abusos y el acoso online. El 27% de las jóvenes considera las opiniones negativas de los miembros de su familia o comunidad como un obstáculo a la hora de llevar a cabo su activismo. Una de cada diez activistas ha sufrido amenazas de violencia física, mientras que el 15% se ha enfrentado a acoso y abusos online. En España, el 8% de las jóvenes activistas ha vivido acoso online, y el 6% ha temido por su seguridad. En algunos países con mayores restricciones del espacio cívico o desigualdad de género el reto es mayor: sufren la hostilidad de las comunidades y el rechazo de líderes y autoridades.
“Las niñas y jóvenes activistas están acelerando el cambio hacia la igualdad. Nuestra investigación, una de las más extensas realizadas hasta la fecha, ha revelado que para niñas y mujeres jóvenes ser ciudadanas activas y comprometidas es una tarea difícil y agotadora. Es fundamental que, como sociedad, apoyemos su trabajo y protejamos su seguridad y bienestar. Reclaman su derecho a participar en los procesos de toma de decisiones, y esto no solo es clave para avanzar como sociedades, también para fortalecer la democracia”, asegura Concha López, directora general de Plan International España.
El estudio pone de manifiesto que las niñas y las jóvenes participan en campañas e iniciativas por causas diversas, desde la lucha contra la violencia de género a los derechos de salud sexual y reproductiva, el cambio climático y el medio ambiente. Las activistas de países del sur global se enfrentan cada día a graves violaciones de sus derechos como el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina, los embarazos precoces o el acceso a la educación. En general, entre los temas que más les preocupan está la igualdad de género, y así lo señala un 60% de las encuestadas. En España, el 25,8% de las jóvenes activistas encuestadas señala el feminismo como la causa por la que son activistas.
El mayor obstáculo, la falta de financiación
El mayor obstáculo para el activismo de las niñas es la falta de financiación, señalada por el 54% de las encuestadas como el principal factor que frena sus campañas. En España, el 40% de jóvenes opinan lo mismo. No sólo es difícil acceder a las subvenciones, sino que las activistas rara vez reciben fondos para cubrir sus gastos, incluso cuando trabajan para iniciativas gubernamentales establecidas.
“A veces nos centramos en lugares con más oportunidades porque es más fácil la movilidad, porque hay más posibilidades, hay más desarrollo y todo eso. Pero quienes lo necesitan son las niñas y adolescentes de lugares donde no llegan los recursos. Yo soy de las que dicen que la ausencia de recursos es igual a la ausencia de derechos”, asegura Minerba, dominicana de 17 años participante en el estudio.
A pesar de estos retos, casi todas las jóvenes encuestadas (95%) afirman que hacer activismo y participar en campañas ha tenido un impacto positivo en sus vidas, haciéndolas sentir orgullosas, poderosas y competentes. En España el 64,5% ha sentido “orgullo y satisfacción por contribuir al cambio”. En general, las jóvenes participantes creen que dentro de 10 años seguirán trabajando por las causas que las mueven, como líderes de movimientos, desde la administración o la política.
“Es una montaña rusa, pero en general es muy positivo. Formas parte de algo más grande que tú”, asegura María de 25 años, miembro de Youth for Change, el comité juvenil de Plan International en España, y participante en el informe. Por su parte, Maite, de 21, asegura: "Tengo muchas expectativas que no se han cumplido, por ahora. Pero estoy satisfecha. Va por rachas. Si ves los resultados te acuerdas por qué lo haces. Es estar buscando constantemente el gran cambio”.
Recomendaciones a gobiernos, autoridades, donantes y sociedad civil
En el marco del Día Internacional de la Niña, Plan International se suma a las niñas y jóvenes en su llamado a gobiernos, autoridades, donantes y la sociedad civil, instándolos a respaldar a las activistas en su labor por construir un mundo mejor. Las recomendaciones clave incluyen:
- Aumentar la financiación para iniciativas y grupos activistas liderados por niñas y jóvenes.
- Apoyar a las niñas y jóvenes activistas para que participen de manera significativa en todos los ámbitos de la vida pública, incluyendo el acceso regular a quienes toman decisiones.
- Ofrecer una educación de calidad sobre igualdad de género, derechos humanos y gobernanza democrática, para que las niñas comprendan mejor el activismo, así como brindar formación en áreas como organización y oratoria.
- Contribuir a combatir la discriminación basada en la edad y el género, así como la amenaza de violencia, y crear espacios seguros y abiertos que eliminen las barreras que impiden a las chicas expresarse, involucrarse y prosperar.