Antonio Maestre denuncia que el episodio con Vito Quiles no es algo aislado: "Recibí una carta con balas"
Después del episodio del lanzamiento de micrófono, señala que lleva multitud de episodios similares.
El periodista Antonio Maestre ha denunciado que el reciente incidente con Vito Quiles, en el que le arrebató el micrófono y lo lanzó lejos, no es un hecho aislado, sino el último episodio de un acoso que asegura haber sufrido durante años. "Es un ultra, un integrista, un acosador que se dedica únicamente a provocar a la gente que considera adversarios", afirma Maestre en el programa Al Rojo Vivo.
Maestre señala que no es la primera vez que sufre este tipo de situaciones y ha detallado algunas de las agresiones y amenazas que ha recibido a lo largo de los años. Entre ellas, ha mencionado amenazas de muerte, intentos de agresión, insultos en la calle, la vandalización de su buzón y su vehículo, así como la recepción de una carta con balas. "Han difundido mis datos personales, han presionado a mis empleadores para que me despidan y han llevado a cabo una campaña de difamación y calumnias contra mí", ha declarado.
El periodista también explica que ha tenido que firmar libros bajo escolta y que la presión que ha sufrido lo ha llevado incluso a no sentirse seguro ni siquiera en el extranjero. "No estoy a salvo de ellos ni en Buenos Aires", aseguró.
Ante las críticas por su reacción, Maestre se defiende argumentando que no se trata de una elección, sino de una necesidad de autoprotección frente a un acoso constante. "Si reacciono, me atacan; si no reacciono, también me atacan", explicó. "Lo ideal sería que no tuviera que defenderme de un acosador, pero mientras sigan acosándome, voy a defenderme".
Maestre también denuncia que grupos de extrema derecha, relacionados con VOX, han aprovechado este incidente para lanzar una campaña contra periodistas de medios como Cadena SER, Antena 3, El País y La Sexta. "No es algo nuevo; llevan acosando a periodistas desde hace mucho tiempo", afirmó, señalando que este tipo de situaciones no son casos aislados, sino parte de una estrategia de presión y hostigamiento sistemático.