La fruta partida por la mitad, cada vez más popular en supermercados, ofrece comodidad y ayuda a reducir el desperdicio alimentario. Sandías, melones y piñas son algunas de las frutas comúnmente disponibles en este formato. Sin embargo, ¿afecta a la calidad del producto que ingerimos? ¿Es seguro consumir este tipo de alimento?
Para resolver las dudas que se pueden dar sobre su calidad y seguridad, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) ha publicado un informe detallado sobre las condiciones de conservación de las frutas en mitades, como sandía, melón, papaya y piña.
El informe de AESAN destaca que la fruta en mitades tiene una vida útil reducida y un mayor riesgo de contaminación por microorganismos patógenos como Salmonella, Escherichia coli verotoxigénico y Listeria monocytogenes. Entre las frutas analizadas, la piña, siendo más ácida, presenta el mayor riesgo de deterioro.
Las frutas en mitades pueden permanecer hasta 3 horas a temperatura ambiente sin implicar un riesgo significativo, siempre que se cumplan ciertas condiciones:
Las conclusiones del estudio de AESAN favorece para hacer una serie de recomendaciones tanto a los comerciantes o establecimientos, como a los consumidores.
Para garantizar la seguridad de la fruta en mitades, AESAN sugiere las siguientes recomendaciones para comerciantes:
Por otra parte, los consumidores tienen otra serie de recomendaciones:
A diferencia de la fruta entera, que se expone a temperatura ambiente en supermercados, las mitades de fruta deberían mantenerse refrigeradas para minimizar riesgos.
Una vez cortada, la fruta presenta un mayor riesgo de contaminación debido a la exposición de la pulpa y la posible falta de higiene durante el corte.