El Pontífice ha dicho este lunes, en la misa matutina, que la Iglesia "tiene que decir las cosas con libertad", y que no se puede silenciar lo que se ha visto y escuchado.
Por su parte, el ministro de Exteriores turco ha asegurado que el "genocidio es un concepto legal, pero las declaraciones del Papa revelan una discriminación de los musulmanes turcos frente a los cristianos".
La embajada de Turquía en el Vaticano ha hablado de afirmaciones inaceptables que contradicen los hechos históricos y legales sobre lo ocurrido en 1915. El primer ministro del país, Ahmet Davutoglu, ha declarado que las palabras del Papa son, cuanto menos, erróneas.
La Unión Europea no ha intervenido en la polémica pero la jefa de la diplomacia de los 28, Federica Moguerini, ha instado a Turquía y Armenia a dar "pasos significativos" para allanar la reconciliación entre ambos, para lo que también es clave, ha dicho, que se discutan las cuestiones del pasado