"Nuestras oraciones están con las familias de las víctimas y de la congregación de la iglesia atacada ayer", escribió Trump en su cuenta de Twitter. El gobernante indicó que el ataque se acabó "en seis segundos gracias a los valientes feligreses que actuaron para proteger a 242 compañeros de culto". "¡Estos héroes salvaron vidas y las leyes de Texas les permitieron llevar armas", agregó.
Un sujeto, identificado como Keith Thomas Kinnunen, de 43 años, abrió fuego el domingo en medio de un servicio religioso en una iglesia cristiana en la localidad de White Settlement, en Texas, pero fue repelido por uno de los asistentes -el jefe de seguridad del lugar- que le disparó.
Uno de los feligreses murió en la iglesia West Freeway Church of Christ debido a los disparos, mientras que otro de los integrantes de la comunidad religiosa y el atacante fallecieron cuando eran trasladados a un centro hospitalario. El pasado 1 de septiembre entró en vigor una ley firmada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, que permite ingresar con armas a las iglesias.
La norma, que otorga la potestad a las comunidades religiosas de prohibir que los asistentes porten armas, se aprobó después de que un sujeto disparara en 2017 en una iglesia baptista ubicada en la localidad de Sutherland Springs, lo que causó la muerte de al menos 26 personas y dejó heridas a otra veintena. El tiroteo en White Settlement tuvo lugar luego de que un hombre fuera detenido en el estado de Nueva York tras herir con un machete y un cuchillo a cinco personas durante la celebración del Janucá en la residencia de un rabino el sábado, en lo que las autoridades locales han descrito como "terrorismo interno".