estudian otros 60 posibles casos

Los servicios secretos militares alemanes detectan una veintena de yihadistas infiltrados en el Ejército

Daesh se dirige de manera selectiva a antiguos soldados y anima también a sus simpatizantes a dejarse reclutar por el Ejército alemán con el fin de recibir instrucción en el manejo de armas.

ondacero.es

Madrid | 05.11.2016 18:44

Miembros del Bundeswehr, el ejército alemán | Getty Images

Los servicios secretos militares alemanes (MAD) han detectado una veintena de radicales islámicos infiltrados en el Ejército y estudia otros 60 posibles casos, informan hoy los periódicos pertenecientes al grupo mediático Funke.

Se sabe, además, que 30 veteranos del Bundeswehr, el Ejército alemán, viajaron a Siria e Irak.

"En general existe el temor a que extremistas dispuestos a emplear la violencia respondan a la propaganda" de los yihadistas, advierten los servicios secretos.

Según precisó un portavoz del MAD, "se conocen solicitudes aisladas de aspirantes que se interesan de manera llamativa por el servicio en el Bundeswehr, expresan su deseo de compromiso de unos pocos meses y se interesan expresamente por una instrucción intensiva en el manejo de armas y equipamiento".

Esta previsto que el jueves el Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento alemán, debata sobre un proyecto de ley que la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, quiere que entre en vigor el 1 de julio de 2017 y que contempla un control exhaustivo de seguridad de cada aspirante a ingresar en las filas del ejército.

Actualmente sólo son sometidos a controles los soldados de los cuales existen indicios de posibles intenciones delictivas anticonstitucionales, aquellos que tienen acceso a información confidencial y los que trabajan en instalaciones susceptibles de ser objeto de sabotaje.

El MAD realiza anualmente 50.000 inspecciones, pero la gran mayoría de los 177.000 soldados profesionales nunca han sido sometidos a un examen.

La entrada en vigor de la nueva ley supondría alrededor de 20.000 controles adicionales al año, cifra correspondiente a la de nuevos reclutas.

El gobierno de Angela Merkel decidió en 2011 la suspensión del servicio militar obligatorio, en aras de una reforma de las fuerzas armadas y una reducción paulatina de sus efectivos, de los 240.000 de entonces a un máximo de 185.000.