Los militares del cuarto regimiento del material del Ejército de Tierra de Miramas descubrieron el lunes que varias de las vallas metálicas que protegen las instalaciones habían sido cortadas y, al hacer un rápido inventario, se dieron cuenta de que faltaban 150 detonadores, una decena de paquetes de plástico y una cincuentena de granadas.
La fecha exacta del robo está todavía por determinar, así como el perfil de los ladrones. Entre las hipótesis que se barajan están un grupo de delincuentes que estén preparando un golpe pero también terroristas que pudieran atentar en Francia.
La investigación, a cargo de la Fiscalía de Aix en Provence, ha sido encargada a la Gendarmería.