Putin amenaza a Turquía con más represalias y pide unidad contra el terrorismo
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha advertido a Turquía de que Moscú adoptará más sanciones por el derribo de su bombardero en la frontera siria, en su discurso sobre el estado de la nación que este año estuvo centrado en el terrorismo internacional.
"Si alguien piensa que cometer un crimen de guerra y asesinar a nuestra gente le costará solo unos tomates o algún tipo de restricciones en el terreno de la construcción, se equivoca. Les recordaremos de nuevo lo que han cometido y lo lamentarán más de una vez. Sabemos lo que hay que hacer", afirmó Putin, en su alocución difundida en directo por la televisión.
La relación con Turquía, que atraviesa una crisis sin precedentes desde el derribo del Su-24 ruso la semana pasada cuando participaba en la intervención contra el Estado Islámico en Siria, ocupó gran parte del discurso de Putin, quien una vez más volvió a pedir unidad contra el terrorismo.
Entre el auditorio en la sala San Jorge del Kremlin, con los miembros del Parlamento en pleno, del Gobierno y otras autoridades civiles y religiosas, se encontraban también las viudas de los dos militares rusos muertos en Siria: el piloto del Su-24 derribado y un infante de marina que murió durante la operación de rescate del avión.
Putin comenzó su intervención agradeciendo la labor de los militares rusos en Siria y mostrando sus respetos a ambas mujeres, antes de pedir un minuto de silencio por todas las víctimas del terrorismo, entre ellas los 224 ocupantes del Airbus ruso abatido en Egipto en un atentado con bomba.
El jefe del Kremlin aclaró, no obstante, que Moscú "no va a blandir las armas" contra Turquía.
"Que no esperen una reacción nerviosa e histérica, peligrosa para nosotros mismos y para el resto del mundo", señaló, pero volvió a cargar contra los dirigentes de este país, sin mencionar por su nombre al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
"Sabemos quiénes en Turquía se llenan los bolsillos con el crudo robado y permite a los terroristas ganar dinero", señaló Putin, en alusión a Erdogan y algunos de sus familiares, a los que Moscú acusa de beneficiarse del negocio del crudo robado por el Estado Islámico.
Mostrando su incomprensión por las razones que llevaron a las autoridades turcas a ordenar el derribo del avión ruso -que según Ankara había violado su espacio aéreo- Putin manifestó que "sólo Alá sabe por qué lo han hecho".
Y añadió que "por lo visto, Alá decidió castigar a la camarilla gobernante en Turquía, privándoles de la sensatez y la lógica".
El presidente ruso, que viene insistiendo sobre la necesidad de una coalición amplia contra el terrorismo yihadista en Siria, afirmó que "es imposible vencer el terrorismo internacional con las fuerzas de un solo país.
Por ello, afirmó que "hay que dejar de lado todas las diferencias y crear un puño fuerte, un único y poderoso frente antiterrorista que actúe con el mandato del derecho internacional y bajo la égida de la ONU".
Y en aparente alusión a Turquía e incluso a otros miembros de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos, señaló que "todo Estado civilizado debe contribuir a la derrota de los terroristas... no con declaraciones sino con acciones concretas y eso significa nada de refugio para los criminales, nada de dobles raseros... ningún negocio criminal, sangriento con los terroristas".
En medio de la actual crisis con Turquía y poco después de la alocución de Putin, Rusia anunció hoy la suspensión de las negociaciones para el tendido del gasoducto Turkish Stream, que debía suministrar gas ruso al sur de Europa a través del mar Negro y territorio turco, evitando así el tránsito a través de Ucrania.
"En estos momentos las negociaciones están congeladas, más aún cuando se han suspendido las labores de la comisión intergubernamental de cooperación económico-comercial por orden del Gobierno", dijo Alexandr Novak, ministro de Energía.
La paralización de este proyecto, el más importante entre los dos países, se suma a la prohibición de las importaciones de determinadas frutas y verduras de Turquía, y la suspensión de los vuelos chárter al que era uno de los principales destinos turísticos de los rusos.