El ojo del huracán Hermine toca tierra en Florida
El ojo del huracán Hermine tocó tierra hoy en Florida, estado al que amenaza con inundaciones, deslizamientos, marejadas y hasta tornados, según informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.
Hermine, de categoría 1 y que, según las autoridades, representa un "peligro mortal", tocó tierra en la localidad de St. Marks (norte de Florida) minutos antes de las 02.00 hora local (06.00 GMT), con vientos máximos sostenidos de 80 millas por hora (130 kilómetros por hora).
Es el primer huracán que toca tierra en Florida desde Wilma en 2005. De acuerdo con el CNH, en las próximas horas Hermine seguirá su recorrido en dirección noreste por Florida, entrará más tarde en Georgia y por la noche en Carolina del Sur, mientras que el sábado por la mañana se le espera en Carolina del Norte.
Se espera que el huracán se vaya debilitando mientras avance hasta convertirse en tormenta tropical. En sus últimos boletines, el CNH extendió sus alertas por alerta tropical a gran parte de la costa este de EEUU, incluyendo puntos tan al norte como el estado de Nueva Jersey, vecino de Nueva York, además de Virginia y Delaware.
El gobernador de Florida, Rick Scott, aseguró este jueves que Hermine representa un "peligro mortal" para los habitantes del norte del estado, a los que recordó que "llegó la hora" de prepararse, para lo que deben comprar agua para tres días y prever que el fluido eléctrico pueda dejar de funcionar.
En Tallahassee (muy cerca de St. Marks), por ejemplo, 32.000 usuarios ya están sin luz. Scott indicó que su máxima preocupación es la marejada, que podría inundar la región costera y atrapar a las personas en sus casas durante el paso del ciclón, momentos durante los que, indicó, las autoridades no podrán "hacer nada" para ayudarles.
Los once años sin huracanes han hecho que muchos ciudadanos de Florida hayan perdido la costumbre de vivir en alerta por estas amenazas meteorológicas. El CNH calcula que la subida del nivel del mar puede llegar a las 8 pulgadas (20 centímetros) por la combinación de una marejada ciclónica y la marea regular. Esa subida, combinada con la lluvia, que en algunos sitios puede llegar a las 20 pulgadas (50,8 centímetros), producirá inundaciones y deslizamientos de tierra.