Obama anima a los británicos a votar por la permanencia en la UE
Durante su visita de tres días en Londres, el presidente norteamericano se ha reunido con David Cameron para abordar el futuro del Reino Unido y apoyar su campaña pro-europea.
Los ingleses tienen un dicho: "friends don't let friends drive drunk" (los amigos no dejan a sus amigos conducir borrachos), que viene a decir que un amigo vela por el bienestar de otro. Esto bien podría explicar la intervención de Barack Obama en el debate sobre el encaje del Reino Unido en Europa. Otra versión dice que los teléfonos de Downing Street están que arden engrosando el listado de llamadas al extranjero.
Sea como fuere, con la campaña en marcha y la permanencia 11 puntos por encima de los partidarios del Brexit, el apoyo de Obama a la causa pro-europea de su buen amigo David Cameron es significativa. Habrá que esperar unos días para ver si ha tenido impacto o no y en qué dirección.
Pero para el presidente norteamericano es, desde luego, un asunto al que al otro lado del Atlántico miran con "profundo interés", porque de ello depende el futuro de las relaciones, de la lucha contra el terrorismo, la inmigración o de los tratados comerciales. Por ello advierte que están "centrados en negociar un acuerdo de negocio con el gran bloque de la Unión", y que el 'Brexit' podría relegar al Reino Unido "al final de la cola".
Defiende que su intervención no es más que una opinión honesta. La de "un buen amigo de Gran Bretaña", como lo ha definido Cameron, que cree que el Reino Unido ofrece "su mejor versión cuando ayuda a liderar a una Europa fuerte".
A los partidarios del 'Brexit' no les ha sentado nada bien la irrupción del presidente estadounidense en "su" debate y no han escatimado en calificativos. Para el alcalde de Londres, Boris Johnson, Obama es "contradictorio e hipócrita", argumentando que Estados Unidos jamás permitiría la intromisión de ningún otro país o jurisdicción internacional en asuntos relativos a su soberanía.
Pero eso ha sido lo más suave que le ha dicho. En su artículo del 'SUN', Boris dice que "a Obama no debe tenerle demasiado aprecio al imperio británico por sus ancestros medio kenianos". Unas declaraciones que han encontrado una reprimenda casi unánime entre los políticos, numerosa entre los medios de comunicación, y sonora entre los usuarios de las redes sociales.