"Mi política ha sido consistente año tras año: absoluta oposición a los acuerdos desproporcionados para la liberación de terroristas. No tiene sentido cambiar terroristas por cuerpos", declaró en referencia a los cadáveres de dos soldados caídos en la ofensiva israelí contra la franja de hace dos años.
"Hay que crear presión para liberar los cuerpos de nuestros soldados", dijo el ministro.
"Tenemos que hacer lo que el Estado de Israel solía hacer: ir y secuestrar a alguien del otro lado para crearles presión, en vez de liberar terroristas todo el tiempo. Antes tomábamos la ofensiva. ¿Cómo vamos a liberar prisioneros de nuestras prisiones?", se quejó.
Según publicaron medios locales israelíes esta semana, Hamás, que gobierna en la franja de Gaza desde 2007, reclama la liberación de 50 palestinos que fueron excarcelados en 2011 (en un pacto para la liberación de un soldado israelí retenido) y volvieron a ser encarcelados.
Esa es la condición de Hamás para empezar a negociar con Israel la devolución de los cuerpos de los dos soldados caídos en el enfrentamiento de 2014 (Hadar Goldin y Oron Shaul) y de dos civiles vivos que entraron posteriormente en la franja sin permiso, Abera Mengistu, de origen etíope y al parecer con problemas mentales, y del árabe israelí Hisham Al Sayed.