Matthew golpea severamente Guantánamo a su paso por el oriente de Cuba
El poderoso huracán Matthew penetró por el extremo suroriental de Cuba, donde ha golpeado severamente la provincia de Guantánamo con rachas de vientos de hasta 300 kilómetros por hora, lluvias intensas y fuertes marejadas, que ya han provocado graves daños.
Inundaciones costeras, un puente colapsado en el municipio Imías, árboles y postes del tendido eléctrico cayeron, interrupciones en carreteras y localidades incomunicadas, son los primeros efectos provocados por el azote de Matthew en su recorrido de sur a norte por la provincia de Guantánamo, situada a unos 1.000 kilómetros al este de La Habana.
Este enorme huracán, de fuerza 4, hizo su entrada en el país caribeño en horas de la tarde por Punta Caleta con una velocidad de traslación de 15 kilómetros por hora, pero en su tránsito redujo su movimiento hasta quedarse estático durante un par de horas, indicó el Instituto de Meteorología de la isla.
Debido a esa circunstancia, Matthew, el ciclón de mayor magnitud que ha llegado al Caribe en los últimos nueve años, dilató su recorrido sobre el territorio cubano mientras reajustaba su trayectoria, explicó el especialista José Rubiera en declaraciones a la televisión cubana.
Tras virar su trayectoria ligeramente al este frente a los pronósticos previos, los meteorólogos de las isla calculan que la salida del huracán al mar aún demorará tres o cuatro horas antes de avanzar hacia Bahamas y la Florida (EE.UU), pero dejando tras de sí coletazos con fuertes marejadas y lluvias.
Este fenómeno, que no tiene antecedente similar en Guantánamo, lanzó su embestida sobre la ciudad de Baracoa, situada al norte de la provincia, donde un equipo de Efe ha constatado que la situación es grave a causa de las inundaciones y los fuertes vientos que han ocasionado grandes destrozos.
Testimonios de vecinos recogidos por medios cubanos indicaron que los vientos han levantado techos y han derrumbado paredes de viviendas, almacenes, instalaciones y algunos hoteles en esa localidad, la primera villa fundada por los conquistadores españoles hace 500 años.
A esas incidencias se suman el embate de olas de hasta cuatro metros en el litoral baracoense, deslizamientos de tierra en carreteras y la caída de cables del tendido eléctrico y telefónico, cuando Matthew se encontraba ubicado a unos 30 kilómetros al sudeste de la ciudad oriental y a 100 kilómetros al este de Guantánamo.
En otros municipios de la franja costera del sur de Guantánamo, como Imías, San Antonio y Maisí, las ventoleras interrumpieron la comunicación por fibra óptica instalada en esa zona.
Concretamente en Maisí, el extremo más oriental del país, se prevé restablecer el enlace por vía satelital, mientras que en los otros dos provisionalmente se hará a través de radioaficionados, según informó el Consejo de Defensa citado por medios oficiales.
En las provincias colindantes como Santiago de Cuba, Granma, Holguín se han registrado también los efectos de esta contingencia meteorológica como inundaciones, mientras la cifra de personas evacuadas en la mitad oriental subió hasta 1,3 millones, según dijo el segundo jefe de la Defensa Civil, Luis Ángel Macareño.
Las autoridades de la Defensa Civil de Cuba activaron las medidas de prevención para reducir los daños al mínimo posible, pero sobre todo, según han señalado, con el objetivo principal de evitar la pérdida de vidas humanas.
Con un radio de acción de unos 800 kilómetros, los efectos de Matthew también amenazan las provincias centrales de Ciego de Ávila, Sancti Spirítus y Villa Clara, donde se ha declarado alerta ciclónica; mientras que Matanzas, región más occidental, se encuentra en fase informativa.
El tránsito de Matthew en este 4 de octubre ha recordado al mortífero ciclón Flora, catalogado como la segunda mayor catástrofe registrada en Cuba, que en esa misma fecha del año 1963 entró también por Guantánamo y tras su errática ruta de cuatro días por la zona oriental dejó más de 1.200 muertos y unas 100.000 personas sin hogar, además de cuantiosas pérdidas materiales.
Matthew, el quinto huracán de la temporada ciclónica en el Atlántico, tiene como antecedente más cercano a Sandy, un destructivo huracán categoría 2 que en octubre de 2012 cruzó de sur a norte por Santiago y Holguín, donde ocasionó once muertos y pérdidas cuantificadas en unos 4.000 millones de dólares.