Incertidumbre en Italia tras el triunfo del 'No' en el referéndum y la dimisión de Matteo Renzi

La derrota no ha sido algo inesperada, ya que todos los sondeos, que sí han acertado esta vez en Italia, auguraban una derrota de la propuesta del primer ministro. Los italianos llamados a las urnas eran más de 50 millones de electores, de los que han participado 33,4 millones, lo que supone un 65,47% del censo electoral. El 'no' se ha impuesto con una diferencia de 5,9 millones de votos. Renzi, principal impulsor del referéndum constitucional, había ligado su futuro político a la aprobación de la consulta. Tras confirmarse la victoria del 'no', anunció su renuncia que presentará en la tarde del lunes al presidente de la República, Sergio Matarrela.

Los jóvenes han sido decisivos en su apuesta por el 'no' al referéndum de Renzi, que se ha convertido en un plebiscito sobre sí mismo y su gestión al frente del gobierno. Lo cierto es que el primer ministro llegó al cargo sin pasar por las urnas y se ha visto desbancado del mismo cargo por la urnas que él había convocado. Toda una paradoja si encima se desconoce si en unas futuras elecciones el propio Matteo Renzi puede acabar encabezando la lista de su partido. Italia está ahora aún más dividida que antes del refrendo electoral.

El clima de crispación que tiene el país lleva alentándose durante semanas y la campaña electoral por el plebiscito no ha ayudado a limar asperezas entre ambos bandos. La eurozona ve con cierto escepticismo el fututo del país. Primero Gran Bretaña votó por el Brexit, después EEUU apostó por Donald Trump como presidente y ahora Italia vota mayoritariamente rechazar la reforma constitucional. A pesar de la derrota de Renzi, Europa se esfuerza en señalar la fortaleza de Italia e insistir que nada tiene que ver con el Brexit. No obstante, si algo inquieta a la UE es el avance de los partidos populistas. De hecho y según los expertos, el descontento de la crisis económica se ve reflejado ahora y los resultados electorales son más impredecibles que nunca.

En Austria ha faltado poco para que gane las elecciones un partido de ultraderecha y la victoria del Brexit en Reino Unido es algo de lo que aún se recuperan los sociólogos y defensores de una Europa unida y fuerte. No todos los partidarios del 'no' han sido partidos populistas. Según los analistas, muchos que no apoyaban la propuesta de Renzi han votado realmente en contra de las reformas argumentando que eran "antidemocráticas" y habrían alterado los equilibrios constitucionales.

Una de las diferencias entre EEUU y Reino Unido respecto del plebiscito italiano es que en los dos países anglosajones las élites eran favorables a la UE, mientras que en el caso de Italia los expertos se dividen en dos bando muy contrapuestos. No sólo los políticos estaban a favor del 'no', también ex jueces de la corte constitucional como Masssimo D'Alema y Mario Monti, además de destacados académicos y la mayor parte de la juventud del país. En el país de los Apeninos se han ido sumando 63 gobiernos en sus 70 años desde que se proclamara la República italiana. Es cierto que Italia ya está acostumbrada y vive con normalidad lo que en otros países supondría una crisis de Gobierno e institucional.

En este caso, la dimisión del primer ministro italiano Matteo Renzi tras el triunfo del 'no' pone en jaque a Europa y a la eurozona que no sabe muy bien qué reacciones habrá tanto en los mercados como en la maltrecha banca italiana. Por supuesto, el bloque del 'no' ha exigido su inmediata dimisión, algo que no hacía falta, puesto que Renzi ya había unido el resultado del refrendo con su continuidad en el Ejecutivo. Aún así, La Liga Norte, Forza Italia y Fratelli d'Italia, la principal coalición de partidos abanderados del 'no' han pedido la dimisión inmediata del primer ministro. El primero ha sido el líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, que ha reclamado elecciones anticipadas y una nueva ley electoral tras la victoria del no. Las medidas propuestas por Renzi recogían el llamado fin del "bicameralismo perfecto" y la pérdida de la función legislativa del Senado. Matteo Renzi pretendía facilitar el proceso de proclamación de nuevas normativas, que hasta el momento es muy lento, burocrático y con una tramitación complicada, lo que ha llevado al país al sumar 63 gobiernos en los últimos 70 años. Con la ley actual, cualquier proyecto de ley debe de ser aprobado de manera idéntica tanto en el Congreso como en el Senado y si no existe la mayoría en ambas Cámaras, el proyecto legislativo es inviable. Esta situación de parálisis es la que Renzi pretendía evitar 'quitando' al Senado la capacidad legislativa. En el supuesto de que los italianos hubieran dicho 'Si' a las propuestas del Gobierno, el Senado hubiera dejado de tener una función legislativa para pasar a ser una Cámara de representación territorial perdiendo, lógicamente, la potestad legislativa. Además, de los 315 senadores que existen ahora mismo, se pasaría a tener 100; por lo que 215 senadores hubieran perdido su escaño; pero todos ellos perderían su sueldo.

Después de que Matteo Renzi anunciara su renuncia ante el presidente italiano Sergio Mattarella en una emotiva rueda puede conllevar también que caiga del presidente de la nación, quien aplicando la lógica tratará de llegar a un acuerdo sobre un nuevo gobierno. Los principales actores serán Renzi, líder del Partido Democrático; Silvio Berlusconi, representando a Forza Italia; Beppe Grillo y Matteo Salvino de la Liga Norte. La presión para disolver el Parlamento y fijar una fecha para la celebración de nuevas elecciones, que es lo que quiere el llamado Movimiento Cinco Estrellas y la Liga Norte, será muy fuerte. Ambas formaciones defendían el 'no' al refrendo del día 4 de diciembre.

En esta situación, y según las encuestas previas, sale muy reforzado el líder populista Beppe Grillo para unas próximas elecciones. Los analistas predicen que habrá un gobierno de transición en pocas semanas y que Matteo Renzi podría permanecer al frente del Gobierno hasta que el nuevo Ejecutivo esté configurado y se asegure el respaldo del Parlamento. Cómo se manejará el presidente italiano Mattalerella será una incertidumbre, ya que lleva al frente del país desde 2015 y hasta el momento se supone que es un independiente que buscará el interés de Italia. En los próximos días se puede observar cierta volatilidad del mercado financiero hasta que se aclare la incertidumbre política. De hecho, en España el Ibex 35 comenzaba la jornada del lunes perdiendo un 1% y finalizaba la jornada en verde.

Los mercados europeos están reaccionando con relativa calma ya que la situación política de Italia no se espera que afecte al euro muy negativamente. Italia es uno de los países con más peso político del continente. El triunfo del 'no' aventuraba una subida de la deuda pública italiana y que las acciones bancarias cayeran. Sin embargo, el Banco Central Europeo ya ha anunciado que intervendrá para garantizar que los bonos italianos no se eleven en exceso, aunque para éstos sea más complicado obtener inversores extranjeros.