Países Bajos fue el primer Estado en legalizar la eutanasia, en el año 2002, pero la ley actual limita esta práctica a los pacientes que padezcan un sufrimiento insoportable y que no tengan ninguna esperanza de curación. También se aplica en algunos casos de enfermedades mentales o demencia.
En una carta al Parlamento, los ministros de Sanidad y Justicia han propuesto ampliar el abanico de posibilidades. A la espera de discutir los detalles, el Gobierno entiende que es necesario garantizar que no sólo los enfermos terminales puedan acceder al suicidio asistido con todas las garantías legales.
Los ministros han planteado que quienes tengan una opinión "bien formada" de que "su vida está completa" puedan, "bajos estrictos y cuidadosos criterios", terminar con su vida de una forma "digna". El plan está concebido aparentemente para personas ancianas, aunque no menciona edades concretas.
La eutanasia se ha convertido en una práctica cada vez más común en Países Bajos y los casos aumentan cada año, tanto por el mayor número de peticiones como por la mayor predisposición de los médicos a colaborar en suicidios asistidos. En 2015, 5.516 personas optaron por terminar con su vida, un 3,9% de las muertes totales.