París vive una jornada de auténtico caos en diferentes ámbitos profesionales, pero especialmente en el transporte y en el abastecimiento de combustible; lo que se llamado ‘el martes negro’.
En el transporte público, los paros están teniendo una incidencia relativamente menor y los servicios funcionan lentos, pero sin muchos problemas de momento. En autobuses y metro la huelga apenas se ha notado a primera hora de la mañana, aunque iban todos los vagones atestados de personas.
Han sido en taxis y demás plataformas de transporte privado donde el servicio ha sido nulo. Los pedidos se cancelaban sin dar muchas más explicaciones.
Este enviado especial al Balón de Oro, que anoche coronó a Karim Benzemá como mejor jugador del planeta, ha vivido una auténtica odisea para llegar desde el centro de París hasta el aeropuerto de Orly. Un trayecto de, apenas, 35 minutos ha sido esta vez de más de dos horas.
Eso sí, en lugar de los más de 50 euros de trayecto en transporte privado, he pasado a los menso de cuatro en transporte subterráneo primer, y ligero después, hasta la termina 1 de Orly.
Finalmente, llegamos a poder coger el avión sin más problemas, de regreso a España. A última hora de la mañana y primera de la tarde comenzará un rosario de más de un centenar de manifestaciones de protesta, especialmente en la capital francesa, París.